La Universidad de C-LM desarrolla sensores químicos para medir la contaminación

El equipo de la Universidad de Castilla-La Mancha liderado por María Teresa Baeza, profesora de la universidad en el departamento de química-física y Edelmira Valero, catedrática de la misma institución han logrado un avance destacado en el desarrollo de sensores para medir hidroperóxidos en muestras atmosféricas.

“Estos nuevos sensores permitirán tener una realidad de detalle de estos compuestos, y con ello podremos incluso dar recomendaciones a las zonas más afectadas. Estamos muy emocionadas por los resultados obtenidos en estos proyectos y esperamos continuar con este trabajo innovador en el futuro que ayudará a la salud de las personas y a tener un medio ambiente más saludable”, comentan Baeza y Valero.

Los hidroperóxidos son compuestos químicos que se forman cuando los contaminantes del aire interactúan con la luz solar. Estos compuestos pueden ser precursores de otros contaminantes atmosféricos, como el ozono y las partículas finas, que pueden tener impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente. La medición de hidroperóxidos en el aire es importante para comprender la calidad del aire y sus posibles efectos sobre la salud y el medio ambiente. Por ello, es un gran avance que las dos investigadoras del equipo de la Universidad hayan conseguido desarrollar sensores que puedan detectar la cantidad de contaminantes que se mueven en el aire. 

Estos sensores, incluyendo dos electroquímicos y uno óptico, son altamente sensibles y precisos, lo que los hace ideales para la detección de estos compuestos. Además, los hidroperóxidos atmosféricos pueden formar ozono y contribuir a la creación de partículas finas, asociadas con problemas respiratorios y de salud pública.

Asimismo, según los datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, se estima que alrededor de 10 millones de personas en España padecen enfermedades respiratorias crónicas, como el asma. Por tanto, la detección de contaminantes de aire es positiva por el gran beneficio que puede tener para la sanidad española. 

"Es esencial controlar estos contaminantes para proteger la salud humana y el medio ambiente, y comprender su formación es fundamental para dicho control", señalan las investigadoras. Este proyecto, financiado por la Agencia Estatal de Investigación, abre nuevas posibilidades para recomendaciones específicas en áreas afectadas, promoviendo un entorno más saludable para todos.