| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Conductos del Trasvase Tajo-Segura
Conductos del Trasvase Tajo-Segura

Puig versus Mazón y viceversa

Puig le empieza a coger miedo a Mazón, que no desprecio ningueneante como le ocurriera a Lerma con el Zaplana que acabó derribándolo

En un principio el Molt Honorable Ximo Puig, le dio bola representativa a Carlos Mazón como factótum privilegiado de la muy noble y leal oposición, doblemente necesaria para consensuar en tiempos de pandemia, y para demostrar que podía cambiar de pareja de baile, y en según qué coplas de vinilo, a Toni Cantó por la oficial Mónica Oltra, primera diva del tripartito disímil. Con ello mataba dos pájaros de un tiro: quitaba peso específico y político a Isabel Boning relegándola a la portavocía de la oposición en Les Corts, mientras resituaba al presidente de la Diputación de Alicante como su único interlocutor válido del "Sur también existe", pues sobradamente sabe el Molt que Isabel está amortizada y su resistencia es puro decoro de Regente, pero no de reina.

Lo que entonces no podía, o no supo prever, Ximo Puig es que Mazón, ya era, incluso antes de ocupar el sillón presidencial provincial, uno de los principales estrategas con que Pablo Casado contaba para el definitivo engullimiento de Ciudadanos por el PP, y por ende, hace mucho que está en la pomada de las absorciones tal cual su maestro Eduardo Zaplana lograse hace décadas tanto con los restos desbandados de la multipartidista UCD, como con el nacionalismo de derechas regional Unión Valenciana. Por cierto, magistral jugada que al cartagenero-benidormí le llevó a presidir la Generalitat Valenciana y a entrar en el "Dream Team" de Aznar cuando se cargaron a Fraga y resituaron al PP en el centroderecha europeo, quitándole la naftalina franquista, y dándole un toque neokeynesiano. La prueba del nueve se puede demostrar en las visitas y entrevistas mutuas (unas más oficializadas que otras) mantenidas entre el actor político y el político actor, cuyo resultado predecible final ha sido el desembarque de Toni Cantó en el Manzanares de Isabel Ayuso, y sin despeinarse al cambiar de nacionalidad.

El PP se rearma (Lampedusa) mientras espera el descalabro del PSOE, y todas las siglas que lo acompañan según autonomías/nacionalidades, porque como me dice una longeva y muy experimentada diputada pepera: "no hay mal que 100 años dure, y en política: un mandato, o dos como máximo y excepcionalmente"; a lo que hay que añadir como muy probablemente el partido que ha gobernado durante la pandemia, tiene todas (o casi) las de perder en las próximas elecciones. Valgan los ejemplos de Donald Trump, algunos Estados alemanes, o las encuestas amenazantes para Boris Johnson, etc.; al fin y al cabo, el pueblo llano y soberano ya anda harto de carceleros y malos agüeros un día tras otro sin vislumbrar felices tiempos pasados.

Ximo Puig recuerda atribulado cómo Lerma perdió la Comunidad Valenciana por el siroco del Sur, y bien sabe que Carlos Mazón no es Isabel Boning

Puig le empieza a coger miedo a Mazón, que no desprecio ningueneante como le ocurriera a Lerma con el Zaplana que acabó derribándolo. Y talmente, de los anteriores arrumacos solidarios en aras a la sanidad social de la Comunitat por encima de las ideologías madrileñas, ahora aquello arrumacos se han convertido en cargas de profundidad presupuestaria queriendo evidenciar que Mazón no apoya suficientemente a los pueblos de su Alicante; o que discrimina notoriamente a quienes no son de su cuerda ideológica; por no hablar de cómo en privado Puig y Oltra resitúan a "Carlitos" (Mazón) en el viejo PP zaplanista de aquella "banda alicantina -benidormí-torrevejense" que conquistó Valencia a mediados de los 90; y ya rizando el rizo bizantino, lo meten con el artero Photoshop en el cartel "Wanted" de la Gürtel y hasta de en afiche de Brugal. Todo vale, aunque haya que pisar cadáveres pandémicos.

Pero la gota, mejor dicho: la no gota, que derrama el vaso fratricida rememorando Germanías, es tan vieja, pero y también necesaria, como el trasvase Tajo-Segura. Otra guerra de secesión entre els Països Catalans (Catalunya, Baleares y País Valencià, por este orden) haciendo resonar el independentista tambor del Bruch, y el españolista borbónico el Bailén de Castaños con el eje Murcia-Alicante-Andalucía Sudeste).

 

Como apuntaban los letreros impresos en las esquinas de Valencia poco después de la riada del 57: "Hasta aquí llegó el agua". Y la paz, como demuestran los comentarios de los diputados provinciales socialistas alicantinos poniendo a parir, no, lo siguiente, a Carlos Mazón con quien "tanto querían" como Miguel Hernández a Manuel Sijé.

Arde el Segura que nace en Andalucía, recorre Murcia y va a dar a la mar en Alicante. Ximo Puig recuerda atribulado cómo Lerma perdió la Comunidad Valenciana por el siroco del Sur, y bien sabe que Carlos Mazón no es Isabel Boning, por lo tanto, la primera gran batalla la plantea en la Vega Baja, donde la tiene ganada, que tiempo habrá de llamar a las puertas de Quart y de Serrano.