| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Luis Barcala, alcalde de Alicante, con Manuel Avilés y Carmen Posadas.
Luis Barcala, alcalde de Alicante, con Manuel Avilés y Carmen Posadas.

Frenética actividad de los políticos

Alicante tiene el presupuesto por persona más cochambroso de España. A ver quién levanta esa losa que pesa como rueda de molino en pescuezo de ahorcado. 

| Manuel Avilés Edición Alicante

Tenemos las elecciones municipales y autonómicas encima. Los políticos andan sumergidos en el frenesí electoral: asisten a los actos más diversos e incluso más insulsos o estúpidos. Siempre que los veo en romerías, procesiones, saraos diversos, etc… me acuerdo de cuando Landelino Lavilla, que había sido ministro y presidente del congreso, se desmelenaba bailando fatal porque era lo que el guion exigía  para tener visibilidad: hacer algo aunque fuera el ridículo. Ahora  - en algún sitio lo he leído pero no se en cual y paso de buscarlo- los socialistas  le han dicho a la señora que va a sustituir a Sanguino como cabeza de cartel, Sra. Barceló que tiene que moverse porque no se cambia así como así ser alcaldesa de Sax por alcaldesa de Alicante y si hay que vestirse de mora, de cristiana o de Bellea del Foc se viste y punto. Lo tiene difícil la Sra. Barceló con el equipazo que lleva a rastras para echar del sillón a Barcala.

Ximo Puig, con la inutilidad de la Generalitat, incapaz de registrar siquiera una asociación pacífica de encuentros literarios, lo tiene también crudo. Pedro Sánchez le ha dado un buen empujón porque a los pensionistas nos han subido más de cien pavos al mes y eso los abuelos saben agradecerlo. A la vez que le ha dado un empujón  le ha puesto una zancadilla de coj... porque se ha cargado el trasvase – a joderse tocan con la huerta de Europa- y ha hecho que Alicante tenga el presupuesto por persona más cochambroso de España. A ver quién levanta esa losa que pesa como rueda de molino en pescuezo de ahorcado. 

Puig tiene aun esperanzas porque – a pesar de su equipo inútil e inoperante- tiene un rival que parece poca cosa y, a lo mejor para él, la mera inercia de unas elecciones afrontadas desde el poder hace que vuelva al sillón con el apoyo de las huestes de Baldoví, Mónica Oltra y esa chica tan mona de Crevillente. La Sra Barceló tiene el futuro negro como el sobaco de un grillo. No me detengo en el equipo  - estos se mueven también y no hay sarao en el que no aparezcan de traje y corbata como diciendo: aquí estoy ya sabéis que tenéis que repetir conmigo. Si su competencia es como la de la Generalitat para registrar Asociaciones culturales, aunque sea vigilados por el señor de la porra que hay en la puerta, vamos apañados.

A Ximo Puig a la vez que le ha dado un empujón  le ha puesto una zancadilla de coj...

Barcala va a ganar. Yo incluso lo votaría – la primera vez en mi vida que el voto de este anciano desahuciado iría a los populares- siempre que cumpliera algunas condiciones. A saber: el concejal de Seguridad ciudadana, enfermero me dicen pero que ya debería haber aprendido por el tiempo en el cargo, tiene que dejar de hacer corralitos para enchufados en las mascletás de hogueras. Los hace, listo el concejal, aludiendo a la seguridad ciudadana. Una filfa. El concejal de jardines y bellezas arbóreas, tiene que cuidar de una p. vez el monumento a Miguel Hernández – horror de los horrores y con una falta de ortografía- y no permitir que todos los jardines de los juzgados sean un basurero con la excusa de que no son competencia suya sino de la dirección general de pelucas, postizos, lacas y peinados estrafalarios de la Generalitat inútil. El concejal de seguridad ciudadana  -otra vez- tiene que  garantizar la peatonalización del centro de Alicante y la movilidad en el mismo. Somos el reino de la doble fila, el reino de los coches que atascan la cantera cada mañana con un coche por persona y potenciar las motos – no los patinetes que son un desastre sobrevenido- y que colaboran a reducir atascos siempre que el motero tenga dos dedos de frente y no se crea Marc Márquez,  aunque vaya en un ruido con ruedas con menos potencia de empuje que la que atesora un abuelo prostático.

El martes estuve en el Real Casino de Alicante, en su Restaurante Teselas, dándole aire a “El Gato tuerto”. Un placer disfrutar de una magnifica comida con el Rotary Club Lucentum, un placer firmar tantos libros y empezar a recibir ya reseñas de los muchos lectores que allí se congregaron. La literatura  - y las motos y la buena música, yo de comida soy menos- son los únicos placeres que se pueden disfrutar con los pantalones puestos. El martes disfrutamos de lo lindo y me harté de firmar “Gatos tuertos”. Eso ha hecho que Kerrigan, mi editor con Al revés, ya me haya dicho que sí a la novela que estoy escribiendo – ando enrollado con dos cardiólogas para que me orienten- y con la que creo que daré fin a mi carrera literaria mucho más exitosa y productiva que la funcionarial en la que no conseguí tras muchos años ni salir de la cárcel. El fin de mi carrera literaria viene impuesto por la biología – el crematorio a la vuelta de la esquina-  y por los ejercicios espirituales de San Ignacio que  imponían los Claretianos un año tras otro en aquel colegio lúgubre: nada hay más cierto que la muerte, nada más incierto que sus circunstancias. Nos repetían noche tras noche para evitar que bajo aquellas sábanas de niños internos, casi abandonados – yo abandonado del todo- tuvieran lugar los nefandos vicios solitarios a mansalva y al resguardo de ls oscuridad del dormitorio corrido – con perdón-.

La literatura y las motos y la buena música, -yo de comida soy menos- son los únicos placeres que se pueden disfrutar con los pantalones puestos

Por favor, editor de ESdiario, a este ultimo párrafo no le de mucha publicidad ni lo ponga en negrita que el amor de  mi vida me tiene amenazado con dejarme si digo barbaridades. Irene Montero ¿si me deja tirado como una colilla en la papelera de mi urbanización, lo puedo considerar violencia anti masculina?

Bueno pues tras la comida del Rotary Club Lucentum, Lola Peña, una mujer con una capacidad de trabajo y organización asombrosa. Se me descuelga: Mañana te invito a comer con Barcala. ¡Aleluya! – replico- siente un pobre a su mesa. ¿Puedo traer libreta y bolígrafo para ver cuáles son sus promesas electorales? Puedes traer lo que quieras – responde doña Lola, risueña y emprendedora-. A la una y media te quiero aquí.

Harto de comer bocadillos de chopedd ni siquiera desayuno para disfrutar de una comida de lujo. La libreta ni pude usarla porque los señores fieles a Barcala hicieron un aparte para hablar de sus cosas y la comida fue directamente para entrar a matar. Barcala es un tío listo: fue saludando mesa por mesa. Y tiene memoria pues incluso a mi, que no soy nadie, solo un jubilado ocioso que comía allí por la caridad cristiana de Lola, me saludo con nombre y apellidos y me presentó a un señor calvo que, según decían, era un mandamás del PP, Pedro Rollán me dijo el hombre que se llamaba. Las mesas hervían de deseos. SE veía en cada mirada la pregunta angustiada  - noten el lenguaje poético- ¿Qué hay de lo mío?

Los concejales al completo, Vicente Cutanda, Rodríguez Galán  - tío y sobrino-, Rovira – que también vino a saludarme  y con el que tengo pendiente una conversación para que me cuente qué hay de verdad en aquellos ultras que se decían sus protegidos. Seguro que es mentira como todo lo que decían-. Estaba Marisa Artiaga de el Nido, Begoña Méndez de El Valle, Rafa Regalado, Pep Rubio y María José Rico, coralista del Icali y que no se mueve del sitio ni en los tiempos más adversos. Deslizándose entre las mesas al tanto de todo estaba la gran Fiama, a la que solo por verla merece la pena ir al Teselas y yo, comiendo de gorra por la generosidad de Lola. Me pusieron junto a una señora italiana, Francesca, de bandera, guapísima, pero no le dije ni mu porque tímido y miedoso por naturaleza, sé que el amor de mi vida me tiene cogido todo el espacio y no hay sitio para nadie más.

Barcala, un tío listo, levantó la copa para brindar y tuvo la delicadeza de no hablar de política ni meter rollos intragables. Copié textualmente porque tenía que darle algún uso a la libreta: ”Fuera de partidos políticos, brindo por todos nosotros y porque el 2023 sea el año de Alicante”.  Aplausos generales y pelea por las fotos. Barcala me debe una, la que nos hizo una adlátere suya cuando yo recogí a Carmen Posadas y coincidimos saliendo del AVE de Madrid.