| 03 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Luis Barcala
Luis Barcala

Diversas formas de vivir el hecho de ser alcaldable en el PP

| Redacción Valencia Edición Valencia

El único de los grandes partidos valencianos en el que aún no hay primarias para sus candidatos es el PP. Por tanto, el único de los grandes partidos valencianos en el que la fontanería la tienen por fuera es el del charrán, nombre de lo más apropiado con tanto que se xarra estos días de los alcaldables.

Los candidatos de las grandes ciudades -en la Comunidad nos pongamos como nos pongamos sólo hay dos- los va a elegir Génova, es decir, Madrid, porque así está escrito. Pero eso no significa que desde Valencia y Alicante no se hagan escuchitas. Con algunas diferencias significativas.

En el Cap i Casal, como la madre de Esteban no quiere que su hijo sea jefe de la oposición, hay que buscar alternativas. Una opción es la de plantar al cabo de la candidatura a un independiente. Lo que seguramente sentaría mal a las bases, ya reacias desde siempre (cuando se especulaba sobre quién sería el delfín de Rita Barberá) incluso a poner al frente de la candidatura a alguien con pasado en Unión Valenciana, caso de Alfonso Novo. Tendencia que perjudica a uno al que le gustaría que se lo propusieran, que es José María Chiquillo, tan internacional con la Ruta de la Seda que sólo le hace “profeta en su tierra” una falla. Pero oiga, nunca se sabe.

Puestos a buscar un pata negra, muchas miradas están puestas -como ya se dijo aquí hace algún tiempo- en María José Catalá, exalcaldesa de Torrent, y a priori mucho mejor dialéctica y con las ideas igual de claras que su eventual oponente socialista, Sandra Gómez. Tiene uno para sí que a la flamante secretaria general del PSPV de Valencia le saldrá o no un oponente interno para las segundas primarias, las del alcaldable, en función de si se ha de medir o no a María José Catalá. Aparentemente será el PP el primero que mueva ficha, porque si no ya que se retire y pida el voto directamente para Fernando Giner, aunque tarde, el único líder de la oposición municipal a Joan Ribó en este momento.

A Catalá ya le empieza a salir corte. En el turno de preguntas tras la conferencia de Isabel Bonig de la semana pasada el director de un importante periódico de papel inquirió directamente a Bonig si el candidato sería González Pons o la señora Catalá. No hubo respuesta concreta, ni creo que el propio periodista la esperara. Pero el simple hecho de formular la pregunta supuso un espaldarazo extra a la candidatura de la todavía muy joven alcaldable. Tanto que al acabar el acto salió del salón rodeada por una nubecilla de fieles.

Lo de la Capital de la Costa Blanca es otra cosa. Allí todos dan por hecho que “se gana seguro”. Sólo hace falta saber con quién. Si Génova espera a dar los alcaldables de Alicante y Valencia al mismo igual llega tarde, porque el alcalde socialista -en clamorosa minoría y biimputado- puede caer en cualquier momento (dimitir, ese nombre ruso), con lo que el portavoz municipal popular, Luis Barcala, quedaría confirmado como alcaldable por la fuerza de los acontecimientos.