La noche que Lara Dibildos “rompe” a llorar en el teatro

Sábado noche. Día 11 de septiembre. Gran Vía de Madrid. En el Pequeño Teatro Gran Vía se representa la función de teatro Hongos. En las tablas escénicas se hallan como únicos protagonistas de la función el actor César Lucendo y la actriz Lara Dibildos. Una comedia actual con unos mensajes del hoy que nos llevan a la reflexión por unos minutos. Mucha verdad se les pasa a los espectadores con la trama que se desarrolla en Hongos. El título puede dar una idea al lector de por donde van los derroteros de esta comedia dirigida también por el actor Lucendo.

La sala de teatro está llena. Completo hasta el aforo que permite el reglamento. El día 20 de septiembre volvemos a la normalidad. A la de antes. Lo de "nueva normalidad" es contradictorio. Se vuelve a la normalidad pero de momento en Madrid. Al finalizar la función, César y Dibildos salen a saludar.

En su turno de agradecimiento Lara Dibildos no pudo contener la emoción

Él agradece al público la asistencia. La travesía de estos meses no ha sido fácil. Luchar en un desierto con reglamentos pandémicos poco coherentes. Lo han conseguido. Vuelven a tener el teatro hasta la bandera. Es el turno de Lara en el agradecimiento. Y es aquí donde rompe a llorar.

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Lara Dibildos se dirige a su público y al comprobar que la sala no tiene huecos entre sus butacas, se pone a llorar desconsoladamente. Quizás esta lágrimas tienen mucho de pasado con su carrera de actriz. Además de también conseguir llenar un teatro en tiempos de pandemia.

Lara Dibildos no lo ha tenido fácil en esta carrera de la interpretación. A pesar de que puede parecer lo contrario. Cuando decide que quiere ser actriz, las críticas fueron atroces. "Claro, es la hija del productor José Luis Dibildos y la estrella Laura Valenzuela", decían algunos. Es cierto. Tan cierto como que Lara ha sido una más en este oficio. Trabaja por devoción y no por obligación.

Enrique Cornejo ya señaló que trabajar con Lara Dibildos es "muy fácil"

ESdiario recuerda las palabras que dijo hace años el productor teatral Enrique Cornejo. "Trabajar con Lara Dibildos es muy fácil. Nunca pone ninguna pega a nada. Lo mismo te hace el papel que lleva la furgoneta de una pueblo a otro si el conductor se pone enfermo".

Estas palabras dicen mucho de Dibildos y también dicen de quien por aquel entonces era compañera de Lara y ponía todas la ínfulas del mundo para determinadas cosas. O para todas. Hoy no le vamos a dar publicidad a quien un día fue Miss.

Lara se ha ganado el hueco en el teatro por méritos propios. Día a día. Al tiempo que lloraba también se le tuvo que pasar por la cabeza el recuerdo de su padre que ya no se encuentra en este mundo y de su madre que teniendo posibilidad de estar en esta vida, está retirada para que su recuerdo sea el de una estrella y no el de una estrella a quien le azote la enfermedad del olvido.