Dalmau se marca un Pablo Iglesias... en diferido

Las cosas se hacen bien o no se hacen. Esta es una de las condiciones "sine qua non" planteadas por el dirigente de Podemos Rubén Martínez Dalmau para abandonar el Palau de la Generalitat y dedicarse a lo que le apasiona: la docencia en la universidad. Ello implica hacer desaparecer “in extremis” los rumores de discrepancias internas que durante años han sido prácticamente imposibles de esconder y, sobre todo, olvidarse de las prisas. La decisión es “firme”. El vicepresidente segundo de la Generalitat valenciana seguirá los pasos del que fuese líder nacional de la formación morada y vicepresidente segundo del Gobierno de España, Pablo Iglesias, renunciando a sus cargos políticos pero en diferido. Es decir, pasamos del “dicho y hecho” de Iglesias a la versión por capítulos de Dalmau, como si de una serie de Netflix de tratase. Quizás de Juego de Tronos. Quién sabe.

Lo único cierto hasta el momento es que las decisiones seguirán los cauces previstos en el marco del Consell. El ‘president’ Ximo Puig será quien, en coordinación con Dalmau, irá marcando los tiempos en la dimisión. “Pero no es algo que urja”, aclara el conseller de Podemos.

En este período de transición pausada ya se ha propuesto el nombre del director de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno de España, Héctor Illueca, como sucesor en el cargo. El cambio ha recibido el beneplácito del propio Illueca y cuenta con el conocimiento tanto de Ximo Puig como de la dirección autonómica del partido morado. “Está todo hablado y coordinado de forma transparente”, sostiene Dalmau.

A priori, todas las partes avalan el posible nombramiento de Illueca, también la líder de Podemos en la Comunidad Valenciana y exsenadora de las Cortes Generales, Pilar Lima, con quien arrastraba multitud de divergencias que hacían tambalear los cimientos de la Ejecutiva podemita. Pero las cosas han cambiado. Dalmau, con su reconocible talante para la diplomacia, conoce la importancia de marcharse en las mejores condiciones posibles y achaca las desavenencias a que “Podemos se está configurando todavía en sus responsabilidades dentro de los Gobiernos”. 

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Por ello, no cree que estos episodios de divergencias puedan ofrecer una mala imagen a la ciudadanía. “Tenemos una identidad muy trabajada. Hemos sido la fuerza que ha acabado con el bipartidismo y ha logrado durante seis años mantener un gobierno de coalición en la Comunidad Valenciana”, defiende Dalmau con convicción. 

Dentro de esta redistribución, considera “normal” hacer recambios en los puestos políticos y aspira a que su marcha “beneficie” al Botánico, del que asegura que es un Gobierno "a prueba de bombas" sin que nada pueda "amenazarlo". "Por encima de cualquier otra decisión esta siempre el Gobierno de progreso y que haya un Gobierno que gobierne para las personas", y en el que esté garantizada su "fortaleza", tras años de mandato del PP en la Generalitat.

En esta línea, destaca el trabajo realizado en el Consell tanto por su departamento como por el área que dirige Rosa Pérez Garijo, de EUPV. A su juicio, ambos han sido "la fuerza que ha garantizado seis años de Botánico", primero con el apoyo parlamentario y luego como parte del Ejecutivo autonómico.

Martínez Dalmau ha aclarado que no se va "decepcionado" con la política sino "más convencido" de que es el "instrumento para vivir cada vez mejor" y la ve como un "mecanismo de emancipación que nos ha servido para una sociedad más justa" y ha recalcado que se va de la Conselleria sin que haya habido "un solo caso de desahucio en dos años en el que no se haya buscado alternativa habitacional". "Nos vamos con los deberes hechos y la consolidación de las políticas tiene que hacerse a partir de ahora con el compañero Illueca", concluye.