El Arco de la Macarena, la entrada a la ciudad que vuelve a su origen

La Puerta de la Macarena constituye uno de los monumentos de Sevilla que sirven de acceso al casco histórico de la ciudad para miles de visitantes y también para los sevillanos que quieren atravesar la muralla para adentrarse en las callejuelas del centro.

También conocido como Arco de la Macarena y situado justo al lado de la Basílica del mismo nombre, una de las más visitadas durante todo el año y más aún en esta Semana Santa, luce un aspecto renovado, pero que al mismo tiempo lo devuelve a sus orígenes.

Después de meses cubiertos por andamios, este Bien de Interés Cultural (BIC) ha sido destapado tras las labores de restauración, para mostrar su color original ocre, en lugar del amarillo que tenía hasta ahora. La puerta de entrada de la muralla por la zona norte es la más valiosa que conserva la capital hispalense y la intensa obra de mejora devuelve a un perfecto estado sus pináculos de remate y la cubierta, que ha sido impermeabilizada.

Anterior aspecto del Arco de la Macarena, al lado de la Basílica.

No sólo cambia la visión del imponente Arco, sino también la forma de transitarlo. Ubicado en la calle Resolana, hasta ahora los coches podrían atravesarlo para acceder al centro, pero ahora se ha prohibido la circulación de vehículos y sólo se podrá hacer a pie.

Híspalis resurge con los hallazgos de la muralla romana de la ciudad

Esta entrada, se suma a la del Postigo del Aceite y la puerta de Córdoba, y aunque en el pasado era la única forma para penetrar en el recinto amurallado, hoy no se conserva de forma íntegra y quedan algunos paños que también serán rehabilitados.

El recinto murado de la ciudad fue construido en época de Julio César sobre la antigua defensa cartaginesa, mientras que la puerta corresponde a la ampliación realizada en época musulmana, en el siglo XII. Su aspecto actual es fruto de una remodelación llevada a cabo entre los años 1723 y 1795, en la que los elementos arquitectónicos islámicos fueron sustituidos por otros de estilo clasicista.

La sorpresa que esconde el Arco de la Macarena

La intervención realizada en el Arco de la Macarena ha permitido descubrir elementos pertenecientes a distintas épocas de esta antigua puerta de la muralla de Sevilla que permanecían ocultos. Desde muestras del almenado de la puerta medieval hasta elementos decorativos del siglo XVIII, como policromías y esgrafiados en tono ocre, rojo, almagro y negro. Todos estos testigos, que ayudan a conocer en mayor profundidad las etapas históricas de este monumento, han sido recuperados e integrados.

Pero uno de los hallazgos más notables ha sido el de una antigua cámara del cuerpo de guardia de la muralla, hallada en el interior izquierdo del Arco, donde se mantienen intactos los elementos que servían a los guardias para hacer más cómoda su estancia. Toda una sorpresa encontrar este pequeño hogar que haría las veces de cocina, con un banco corrido de piedra para el descanso, restos cerámicos, ganchos para colgar utensilios y hasta restos de animales. Esta antigua garita será visible al público en las próximas semanas.