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Juanma Moreno, esta semana
Juanma Moreno, esta semana

Moreno imprime estabilidad en Andalucía mientras el PSOE se deshace en guerras

El Gobierno andaluz desoye los "cantos de sirena" y opta por priorizar la pandemia y la crisis a la tentación de aprovechar la degradación del PSOE en luchas cainitas.

| Javier Rodriguez Andalucía

Así tratan ya los andaluces a Juanma Moreno from ESdiarioTV on Vimeo.

No le han faltado voces a Juanma Moreno, el presidente popular de Andalucía, que le animaban a convocar Elecciones pasado el verano, con la campaña de vacunación a mejor ritmo que en buena parte de España y los vientos desmoscópicos soplando a favor: Narciso Michavila, el único que se acercó con GAD 3 al resultado revolucionario que un 2 de diciembre de 2018 acabó con el "régimen" socialista de 36 años, ya ha apuntado incluso a una histórica mayoría absoluta.

La respuesta, antes y ahora, siempre fue la misma: un "no" rotundo que no va a cambiar ni con el espectáculo cainita montado por el PSOE entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, con el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, como cara visible del pulso definitivo entre dos viejos enemigos debilitados ambos.

"Primero la pandemia", le insisten desde el Gobierno andaluz a ESdiario, cortando la especie que había corrido como la pólvora en las últimas 48 horas. "Es una cuestión de responsabilidad y no va a cambiar",. Y rematan rotundos con una frase: "No escuchamos cantos de sirena".

El PSOE remata su declive en Andalucía con una batalla interna con eco en Madrid, ajena a la pandemia y la crisis

Solo había una nube en ese horizonte que podía haber alterado ese calendario y ya ha pasado: las tensiones internas en Ciudadanos, que no afectan a la lealtad al Gobierno de su líder, Juan Marín, pero sí tal vez a una parte de su grupo parlamentario y a una de las consejeras, Rocío Ruiz, a quien se considera más "cercana" a Susana Díaz y a la alicaída dirección nacional de Inés Arrimadas, enfrentada desde hace tiempo con el vicepresidente naranja.

Pero ni Arrimadas tiene fuerzas, ni a Marín le asaltan tentaciones suicidas: es más fácil que acabe siendo el Toni Cantó andaluz, ingresando como independiente en la lista de Moreno, que lanzarse a una estrategia murciana que ha dejado a Ciudadanos por los suelos en toda España.

La solidez de Moreno es si cabe mayor tras la paz firmada con Génova, con quien mantuvo una cierta tensión ya superada a cuento del congreso del PP en Sevilla que, se temía, podía trasladarse a otras provincias. Tanto la dirección autonómica como la nacional han calmado esas aguas y no se volverán a agitar.

 

Es más, Pablo Casado se cuida muy mucho de citar a Moreno cada vez que lo hace con Ayuso, Feijoó e incluso Mañueco, los barones madrileño, gallego y castellanoleonés que simbolizan las expectativas populares de medirse y vencer a Pedro Sánchez.

Saben que haber conquistado Andalucía tiene más mérito incluso que arrasar en Madrid o Galicia, donde el PSOE lleva tres décadas sin rascar bola y con la casa hecha unos zorros, sin un líder claro y a la búsqueda casi desesperada de caras que encarnen la renovación.

La elegida en Madrid era Hana Jalloul, presentada como la "Kamala Harris madrileña"; y la deseada en Galicia sería la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cada vez más convencida de que en su designación por Pablo Iglesias hay gato encerrado. Pero lo cierto es que un caso no ha funcionado y el otro no es más que un deseo.

Del oasis al infierno

En todo caso, mientras reina la paz en torno a Moreno, la crispación en el PSOE andaluz crece por minutos. La última dosis de benzina la ha echado al fuego Susana Díaz este mismo viernes, en una entrevista con Ana Rosa Quintana en la que, ya sin tapujos, ha atacado a Pedro Sánchez como lo había hecho en meses de forzada complicidad, a veces cercana a la genuflexión.

 

La debacle madrileña le ha dado alas a la antigua lideresa para ajustar cuentas y tener opciones de ganar sus Primarias, pese a la inquina de Ferraz: "Nosotros hicimos autocritica cuando después de 37 años de gobierno nos fuimos a la oposición, siendo el partido mayoritario nos fuimos a la oposición, hemos reconocido errores, hemos cambiado el rumbo en muchas cosas, tenemos objetivos claros".

No habrá Elecciones adelantadas: el PP se centrará en la crisis y la pandemia mientras el PSOE en su batalla interna

El pulso parece inevitable en el socialismo andaluz, después de un tiempo de parabienes algo forzados entre ambos dirigentes: si Susana aceptaba los galones de Sánchez por necesidad; éste le devolvía el favor con una propuesta envenenada que nunca aceptó; fuera una embajada jugosa en Portugal o la propia presidencia del Senado.

Ahora, en la batalla final, Susana está dispuesta a aguantar el tirón y lleva meses de peregrinación por las agrupaciones de toda Andalucía, previendo lo que se le venía encima, que resume con un desafío en toda regla a su jefe de filas: "Mire, 'un militante, un voto' es la clave de unas primarias. Aquí van a votar los compañeros del PSOE de Andalucía en libertad".

Moreno, mientras, asiste al "espectáculo" con la tranquilidad que se ha convertido en su gran argumento ante los andaluces y le coloca, sean cuando sean las elecciones, de un resultado que hace tres años hubiera parecido imposible.