Fallece a los 92 años Laura Valenzuela, una mujer generosa y humilde

Su vida se apagó. Rodeada de los suyos. A los pies de la cama su hija Lara Dibildos. Y sus dos nietos. La vida de Laura Valenzuela se apagó poco a poco. Y con mucha discrección. Hasta el final de su vida ha permanecido en su domicilio familiar en Madrid. Cuidada por profesionales de la medicina y mimada por su única hija, Lara Dibildos. Hace unos días tuvo que ser trasladada al Hospital de la Princesa porque la situación médica no era posible de controlar en su hogar. Aquí ha fallecido la mujer que rompió los moldes en TVE cuando apareció su cara en un mundo de hombres. Abanderaba sin intención el verdadero feminismo. Sin gritos, sin alardes y sin pancartas. Así lo hizo Valenzuela para ella y su hija.

Laura Valenzuela ha fallecido a los 92 años.

Fue pionera en el mundo de la televisión en España y se convirtió en la primera presentadora de la historia de TVE.

Hasta siempre, querida Laurita.https://t.co/zMR7dv6woS pic.twitter.com/F8ftmRCPxi

— La 1 (@La1_tve) March 17, 2023

Laura Valenzuela se retiraba de los actos sociales hace 12 años. Su última aparición pública fue en 2016 en la Comunión de su nieto Álvaro. El menor de los dos. Pronto llamó a su puerta la enfermedad del olvido. Fue la retirada a tiempo. Valenzuela no quiso que su recuerdo fuera el final de su vida. Un estilo parecido al de doña Concha Piquer.

Laura Valenzuela fue sobresaliente en sus papeles de mujer, madre, actriz y comunicadora. Y fue cum laude en el trato que mantuvo siempre con la prensa. No importaba quién preguntara o sobre qué se preguntaba. Fue generosa con quienes empezaban en el mundo del periodismo y necesitaban tener una declaración que llevar a la redación de sus programas o agencias. Nunca preguntó quién estaba detrás de la "alcachofa". La respuesta era la misma. La educación y la empatía llegaban a límites que para los nuevos personajes de hoy sería impensable e inexistente.

Laura Valenzuela nunca se pavoneó de todo lo que tuvo

Laura Valenzuela pudo haberse creído y hacer creer a su hija que estaban por encima del bien y del mal. El patrimonio de la actriz y José Luis Dibildos es incalculable. Algo de lo que nunca se pavoneó. La sencillez hecha persona. Su verdadera riqueza. La mayor herencia que deja Laura Valenzuela a su hija es la sencillez.

Dibildos emprendió muchos caminos y en todos comenzó desde abajo. Incluso cuando trabajó con Teresa Campos en Día a Día. Ese es el verdadero legado que deja Laura a una hija que hoy está rota pero muy bien acompañada. Sus amigos son de verdad. Lejos del gourmet televisivo y social al que un día pudo estar destinada. Supo separar la verdad de la mentira. En el teatro comenzó también desde abajo. Fue actriz y si hacía falta era conductora de un camión que transportaba el atrezzo de la función.

Laura Valenzuela fue siempre una incondicional en su apoyo al teatro

Laura Valenzuela ha sido una incondicional con su apoyo al teatro. Estreno que llegaba a la cartelera allí estaba ella de la mano de Enrique Cornejo. Siempre pudo aparecer en los hall del teatro como una estrella y siempre decidió ser una más. Hoy la prensa está de luto. Hoy los medios de comunicación pierden a un personaje de "verdad". Respeto, educación y empatía es el currículum de Laura Valenzuela para la prensa. Buen viaje querido personaje. Ya se te echa de menos.