El Emérito lanza el ataque final contra Sánchez con ayuda de Marruecos y poderosos empresarios

Pedro Sánchez y La Moncloa ya no esconden su animadversión contra el Rey Felipe, su familia y la Casa Real. Se lo hemos contado en ESdiario, la campaña monclo vita contra la Monarquía se ha intensificado desde los incidentes de Paiporta del pasado 3 de noviembre. Unos hechos que Sánchez interpretó como una encerrona y que terminó con los gritos y amenazas del presidente del Gobierno a un atónito Jefe del Estado.

Desde ese momento los medios afines a La Moncloa, que son muchos, han iniciado una brutal campaña contra Felipe VI dando por buena la versión de que en Paiporta ocurrió todo lo contrario de lo que verdaderamente aconteció: que el Rey fue desleal con Sánchez ‘dejándolo’ a su suerte.

La Moncloa ha puesto la máquina del fango a funcionar contra la institución monárquica y eso es un hecho que reconocen hasta desde el entorno del PSOE. En este sentido, tal y como ha constatado ESdiario, el ex secretario de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, advertía -en una entrevista con Cristina López Schlichting en Fin de Semana de COPE- que Pedro Sánchez quiere cargarse la Monarquía:

"El único símbolo que queda en España de Estado-Nación es la corona. Rompiendo la caja de la solidaridad, con un cupo catalán que otorga independencia fiscal a Cataluña... el modelo territorial de Sánchez es más confederal que autonómico. ¿Cuál es el último símbolo que queda? La Corona (...) Creo que la siguiente línea de ataque va a ir dirigido contra la Corona. Es la última institución que queda que representa el Estado Nación”.

En paralelo, el pasado 25 de noviembre saltaba la sorpresa y conocíamos que un grupo de magistrados retirados del Tribunal Supremo, fiscales anticorrupción jubilados, expresidentes de la Audiencia Nacional, catedráticos de derecho, filósofos y periodistas ha presentado una querella criminal contra el Rey Emérito Juan Carlos I por cinco presuntos delitos fiscales contra la Hacienda Pública cometidos en sus declaraciones tributarias entre los años 2014 a 2018.

La querella se ha interpuesto ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, por considerar que existen elementos suficientes para constatar la existencia de irregularidades con Hacienda cuando ya no era jefe del Estado. Los hechos entonces denunciados, y posteriormente archivados, se habrían cometido tras la abdicación de Juan Carlos I, momento a partir del cual el ex jefe del Estado no cuenta con la protección de la inviolabilidad que le otorga la Constitución durante el ejercicio de sus funciones.

El texto expresa la disconformidad de los querellantes contra el dictamen emitido por la Fiscalía General del Estado, que dio por buenas en 2022 las dos regularizaciones fiscales que realizó el rey emérito sobre sus finanzas. Los querellantes argumentan que las dos regularizaciones que Juan Carlos I presentó en el año 2020 y en 2021 no son legales porque se habrían efectuado cuando ya se le había notificado en dos ocasiones sobre una investigación abierta contra él por delitos fiscales.

Rápidamente los medios sanchistas dieron amplia cobertura a un hecho que, según aseguran a ESdiario fuentes jurídicas, tiene poco recorrido judicial. Este hecho ha provocado la reacción del Emérito que ha puesto en marcha una ofensiva contra Pedro Sánchez.

La operación del Rey Emérito

Según explican a este diario fuentes del entorno del Rey Juan Carlos, el Emérito se ha puesto manos a la obra para responder a Sánchez con sus mismas armas, algo muy parecido al juego sucio y para ello quiere contar con la amistad del Rey Mohamed VI de Marruecos porque el padre de Don Felipe está convencido de que el monarca alauita conserva información delicada de Pedro Sánchez e incluso de los negocios de Begoña Gómez en el continente africano.

En este sentido, Don Juan Carlos (que cuenta con un numeroso y selecto grupo de empresarios árabes) también les ha pedido ayuda para ‘redondear’ una activa campaña de desprestigio internacional contra el ‘matrimonio presidencial, ahora acorralado por la Justicia.

“Es el último servicio que quiere hacer el Emérito a la Corona”, explican a ESdiario las mismas fuentes.