| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sabina es un calco de Borja Thyssen
Sabina es un calco de Borja Thyssen

Polémica por el sorprendente parecido de Borja Thyssen y su hermana Sabina

Tita ha desenterrado un viejo fantasma del pasado al posar con sus hijas. Una de las niñas es un calco a Borja, a quien jamás se ha visto junto a sus hermanas. Secretos de familia.

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Hacía tiempo que no veíamos a las dos hijas menores de la baronesa Thyssen, Sabina y Carmen. Dos niñas a quienes su madre mantiene apartadas del ojo público todo lo que puede, salvo la excepción que hace con ¡HOLA! Pues bien, madre e hijas ocupan esta semana la portada de la revista y la polémica se ha desatado porque Sabina es un calco de Borja Thyssen. El parecido es sorprendente y llama poderosamente la atención porque las niñas fueron concebidas a través de un vientre de alquiler y jamás se ha conocido la identidad del donante masculino. En vida del barón, Tita quiso adoptar tres niñas chinas. Sin embargo, Heini le hizo ver que el ritmo de vida que llevaban, siempre viajando, era incompatible con sus ganas de maternidad. No obstante, el deseo siguió dentro de ella y lo llevó a cabo ya viuda de su marido.

Aunque Tita cuenta en la entrevista concedida que sus hijas mantienen contacto con sus nietos, la realidad parece diferente. No existen imágenes de Borja junto a Sabina y Carmen. Según cuentan, sería por expreso deseo de él, que no se siente cómodo junto a sus hermanas. De ahí que le hubiera pedido a su madre que evitara reunirles. ¿Qué esconde esta historia? Hace años se comentó que la baronesa tenía pensado publicar sus memorias en el papel couché y que el último capítulo estaría destinado a desvelar el misterio sobre los orígenes de sus pequeñas. Sin embargo, aquello no llegó a producirse dadas las presiones que recibió la baronesa de alguien muy cercano. Ante esto, decidió conservar lo poco que tenía antes que perderlo.

La baronesa Thyssen jamás creyó que Hacienda le pisaría los talones y que este hecho habría de cambiar su vida. Recibió la notificación del Fisco mientras su barco fondeaba en nuestro país. Aunque llamó a todas las puertas que estaban a su alcance, la respuesta fue negativa. Si vivía en España, tenía que pagar impuestos como cualquier hijo de vecino. Dado que esto hubiera significado un gran desembolso, optó por instalarse en Andorra. Su hijo Borja siguió el mismo camino, aunque haya cambiado Andorra por Londres. Él, Blanca y sus tres hijos siguen con su rutina. El matrimonio está muy unido y apenas se separan. En Madrid tenían un círculo de amigos al que frecuentaban. Les gusta organizar reuniones en casa.

En cuanto a la relación actual de la baronesa con su hijo no parece tan idílica como ella pregona. Borja sigue convencido de que la magnitud de la herencia que le dejó su padre adoptivo, Heini Thyssen, es mayor a lo recibido. En realidad, el joven quedó fuera del conocido como pacto de Basilea, donde se estipuló lo que a cada miembro de la familia le correspondía. Por otra parte, el mal rollo entre Blanca y su suegra continúa. La catalana no le perdona a su suegra que pusiera en duda la paternidad de Borja sobre su hijo mayor. Tampoco su objeción a la boda. Pasa el tiempo y nada cambia. Historias de la historia.