Indignación en la Casa Real por lo que ha filtrado Pilar Eyre de la Reina Sofía
En ESdiario les contamos que la Emérita se encuentra en un estado anímico envidiable tras los últimos acontecimientos ocurridos en La Zarzuela. Pero no todo el mundo opina igual…

La Reina Doña Sofía e Irene de Grecia en el concierto solidario de Navidad en Madrid.
Se lo hemos contado en ESdiario, el Rey Felipe VI concedía a su madre, el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro, en un gesto para reconocer públicamente "su dedicación y entrega al servicio de España y de la Corona".
Desde ese momento, la Reina Sofía está “pletórica”. Tal y como podía saber ESdiario, en La Zarzuela hay cierta conmoción por lo bien que le ha sentado a la Emérita ese reconocimiento de la Corona y dicen “que le ha devuelto la vitalidad de hace 30 años”. “Doña Sofía está muy feliz y entusiasmada por el gesto de su hijo y transmite una alegría que ha contagiado a los trabajadores de Palacio”.
“Es un reconocimiento que merecía hace ya 40 años”, explicaban a ESdiario las mismas fuentes consultadas.
Pero Pilar Eyre tiene distinta opinión y, en su blog de la revista Lecturas, asegura que -así titula su artículo- “la entereza de la Reina Sofía se ha roto”. Algo que, tal y como señalan a ESdiario fuentes próximas a Zarzuela, ha provocado la indignación de la Casa Real y especialmente de los hijos, empezando por el Rey Felipe, de Doña Sofía.
Habla Eyre del Toisón de Oro concedido a la Reina Emérita: “cuando los hijos corrientes queremos expresarle cariño a nuestra madre le regalamos una pequeña joya. Pero cuando se trata del rey, el regalo a su madre es el Toisón de Oro, la más alta condecoración española. Por muchos que sean los méritos de la reina, creo que todos los ciudadanos comprendemos perfectamente que su principal servicio a la Corona ha sido no ponerle la maleta en la puerta a su marido, pese a sus continuas y públicas infidelidades y humillaciones”.
Y cuenta capítulos tortuosos del pasado de la Emérita: “Sofía quiso separarse, pero fue su madre, la Reina Federica de Grecia, la que le indicó que, si bien podrían suplantarla como mujer, nunca podrían suplantarla como reina, y esa certeza le ayudó a sobrellevar su situación, aunque imponiendo sus condiciones. Obras en el palacio para alojar las habitaciones cada una en un ala distinta, exigirle a rey que limite sus aventuras extraconyugales y que las lleve a cabo con la mayor discreción y respeto máximo a La Zarzuela como espacio familiar. Cabe decir que el rey solo cumplió, encantado, la primera condición. Porque sus aventuras fueron constantes –un pariente me dio la cifra de 1.500–, fueron públicas y notorias, yo misma lo he visto con alguna de ellas en Barcelona, y muchas visitaron Zarzuela”.
El sufrimiento de la Reina Sofía
Explica también que “no debemos pensar que la reina no sufría, porque conocemos las grandes peleas del matrimonio. Por ejemplo, cuando estuvieron en Barcelona por los JJOO. Se alojaban en el palacio de Pedralbes y una persona del servicio me contó que la reina esperaba despierta a Don Juan Carlos, que llegaba de madrugada, y que sus voces se oían hasta en la Diagonal. Le pregunté en que idioma se gritaban, “en inglés, pero los insultos eran en español muy castizo”. Pero nada trascendía, al día siguiente la reina echaba mano a su sonrisa de Gioconda y era capaz de estar al lado de Juan Carlos como si su vida fuera una balsa de aceite. Incluso en la época Corinna, cuando el rey estuvo a punto de divorciarse para casarse con ella, no apeaba su sonrisa, se ponía el anillo de bodas y, cuando estaban juntos, hasta fingía hablarle con cariño”.
Y concluye: “sido seguramente por ese motivo por el que Felipe VI ha decidido concederle el Toisón, aunque alguien podría pensar que es como poner una tirita en una herida gangrenada”.

Chismógrafo
Alerta en Casa Real y Armada: la dolencia de Leonor que arruina su travesía en Elcano
David Lozano