Alarma en Casa Real: un primo del Rey Felipe aparece con una imagen lamentable

En plena celebración de la Pascua ortodoxa y desde el otro lado del Atlántico, Pablo de Grecia, sobrino de la Reina Sofía y primo del Rey Felipe VI, ha protagonizado una imagen que no ha pasado desapercibida.

Desde Nueva York, donde reside con su mujer Marie Chantal y sus hijos, el jefe de la extinta Casa Real helena compartía en redes sociales una foto con tres de sus vástagos durante la Vigilia Pascual. Hasta aquí, todo dentro de lo previsto. Pero el detalle que ha desatado especulaciones es otro: el prominente parche en su ojo derecho.

Y no, no es la primera vez que el aristócrata, primo del Rey Felipe, aparece con este inquietante complemento. Ya el pasado diciembre lució uno en el ojo contrario, entonces tras someterse a una cirugía de retina en Londres a causa de un desprendimiento ocular. Lo explicó él mismo en su día, quitando hierro al asunto. Sin embargo, ahora el silencio ha sido absoluto, y eso ha encendido las luces de alarma. Porque cuando uno aparece repetidamente con parches en ambos ojos en menos de cinco meses, las coincidencias empiezan a sonar a síntoma.

En La Zarzuela hay preocupación. Especialmente por parte de la Reina Emérita Sofía, que mantiene una relación estrecha y constante con su sobrino, a quien ha visto siempre como parte de su núcleo más cercano. Fuentes bien posicionadas aseguran a ESdiario que la imagen no ha sentado nada bien en Palacio y que ha abierto una cascada de preguntas sobre el verdadero estado de salud de Pablo, cuya familia ha optado por una discreción que, lejos de calmar, alimenta el misterio.

El parche, eso sí, no ha impedido al hijo del difunto Constantino II cumplir con sus obligaciones religiosas y protocolarias. Asistió a la liturgia pascual en una iglesia ortodoxa en Shinnecock Hills, en los Hamptons, y compartió un mensaje a sus seguidores lleno de simbolismo y tradición: “Que la Resurrección del Señor llene nuestros corazones de esperanza, amor y fuerza...”, escribió, sin mencionar ni una sola palabra sobre su estado físico.

La confusión creció aún más cuando, poco después según recoge el portal Jaleos, su esposa Marie Chantal publicaba una imagen en sus stories en la que el ex príncipe heredero aparecía sin rastro de parche alguno. ¿Un gesto tranquilizador? ¿Una imagen antigua? ¿Un intento deliberado de minimizar la preocupación generada? Nadie lo sabe con certeza, pero la contradicción solo ha echado más leña al fuego.

La versión oficial, como suele ocurrir en estos casos, brilla por su ausencia. Y en este vacío informativo florecen las dudas y se disparan las especulaciones. ¿Está Pablo de Grecia enfrentando problemas de salud más serios de los que se han hecho públicos? ¿Por qué esta insistencia en no aclarar lo evidente? Y sobre todo, ¿qué efectos puede tener esto en una Casa Real griega que, aunque sin trono, sigue siendo un actor simbólico en el tablero europeo... y muy vigilado desde España?

Preguntas sin respuesta, por ahora. Pero en Zarzuela, y muy en particular en el ala más ortodoxa que representa la Reina Sofía, no se está mirando para otro lado.