La nueva vida de María José Galera en México: así olvida su paso por GH

María José Galera formó parte de la primera edición de Gran Hermano. Entonces se trataba de un formato nuevo en España y se desconocía la repercusión que tendría. Fue todo un éxito. El reality enganchó desde el primer momento y los concursantes entraron a formar parte de la historia de la televisión.

Uno de los grandes alicientes del primer GH fue el amor surgido entre la andaluza y Jorge Berrocal. Ella fue la primera expulsada del reality. Más de un 28% de la audiencia la echó. Para entonces ya se había hecho público su trabajo como señorita de compañía. Al parecer, una de las personas que trabajaba en una de las agencias de publicidad a las que ella acudía para poner los anuncios ofertando sus servicios, la reconoció y se destapó un escándalo mediático importante.

Galera abandonó el concurso dejando a un Jorge Berrocal destrozado. “No os preocupéis, que me voy a casar con ella”, expresaba el joven. De aquellos momentos también viene otra de sus archifamosas frases: “¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza? ¡Quién!”. Una vez se reencontraron fuera del concurso, él expresó que no le importaba lo más mínimo el pasado de su amada. Se fueron a vivir juntos y entonces llegó la separación, que pasearon durante años en los platós protagonizando sonadas trifulcas con declaraciones fortísimas.

Al tiempo que exprimía su historia de amor frustrada con su compañero de fatigas en el reality, María José grabó una canción, Dime la verdad. Un auténtico bluff ya que quedó patente que no tenía voz. El asunto se olvidó y ella siguió su camino. Entonces, aún la suerte le sonreía, pues la llamaban de programas de televisión, hacía bolos…

Un día, la estrella de la Galera empezó a apagarse. En el amor, las cosas nunca acabaron de funcionarle. Su hija mayor, Estefanía, nació con parálisis cerebral y ella sufrió mucho cuando falleció: “Cuando muere mi hija, yo caí en una depresión bastante grande, pensando incluso en la muerte y en irme a su lado”. Sin embargo, consiguió aprender a vivir con el dolor. Tiene dos hijas más, nacidas de posteriores relaciones. Tras intentar remontar el vuelo laboral sin suerte, pues la andaluza probó en diferentes trabajos, decidió marcharse a México, donde, actualmente, vive con su marido y sus hijas, concretamente en Cancún. Trabaja como comercial y parece que las cosas le van bien. Eso sí, no olvida la televisión y su gran sueño sería convertirse en presentadora. Para matar el gusanillo, aceptó entrar en Gran Hermano, el reencuentro, donde estuvo once días.

En diciembre del año pasado, Telecinco, aprovechando el tirón que había tenido OT, el reencuentro, reunió en ¡QTTF! a algunos de los participantes de la primera edición de Gran Hermano. María José intervino vía telefónica ya que no pudo desplazarse por encontrarse en México. Quedó patente que lo suyo con Berrocal es irreconciliable. Aprovechó para expresar que era muy feliz junto a su marido y que se siente bendecida por haber encontrado al amor de su vida.