| 28 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El príncipe Harry se confiesa a corazón abierto
El príncipe Harry se confiesa a corazón abierto

El doloroso suceso que marcó la vida del Príncipe cuando era un niño

Ser miembro de una familia real no evita que el destino golpee con fuerza. A veces, los muros de palacio se convierten en una cárcel para quienes allí viven. Son los gritos del silencio.

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Harry de Inglaterra siempre ha estado en el ojo del huracán por su modo de vida. Son innumerables las veces que ha sido cazado practicando el living la vida loca. Hace años, tuvo algún problema al tontear con ciertos agentes externos de lo más nocivo. Ahí su padre se plantó y consiguió que no se adentrara en esa senda peligrosa. Recientemente, el menor de los hijos de Lady Di ha concedido una entrevista donde se ha confesado a corazón abierto. Ha recordado lo que sintió durante el funeral de su madre, fallecida trágicamente en París: “Mi madre acababa de morir y tuve que caminar un largo trecho detrás de su ataúd, rodeado de miles de personas mientras millones más lo veían por televisión. A ningún niño, bajo circunstancia alguna, habría que pedirle que hiciera eso. Creo que hoy eso no ocurriría”. Este hecho marcó profundamente al príncipe, que justifica sus desmanes del pasado en ese punto, que le dejó perdido y sin rumbo.

Cuando cumplió 25 años, Harry vio que su vida se iba al garete. Nada tenía sentido para él. La única solución a su angustia vital era perderse en noches de bohemia y pasión que solo le aliviaban por unas horas. El drama volvía en cuanto abría los ojos. Fue su hermano Guillermo quien le aconsejó que fuera a ver a un psicólogo para poner fin a su autodestrucción. Y le fue muy bien, a tenor de sus palabras: “Ahora estoy lleno de energía, me encanta llevar adelante asuntos de caridad, conocer gente y hacerla reír. Aún tengo un costado travieso del cual disfruto y que me ayuda a relacionarme con personas que también se han metido en problemas”.

En la entrevista para Newsweek, el príncipe ha recordado a su madre, destacando de ella la normalidad que siempre quiso imprimir a sus vidas. Diana de Gales les llevaba a visitar a personas sin hogar para que se dieran cuenta de que no todo es de color rosa. Los tres, Harry, Diana y Guillermo se lo pasaban en grande. La princesa era una madre cariñosa y divertida. Sus hijos sufrieron mucho cuando sus padres se divorciaron ya que eso implicaba ver menos a su progenitora. Sorprende que Harry no haya hecho ni una mención a su padre en estas confesiones donde también ha revelado que pensó en renunciar a su estatus real para llevar una existencia libre y sin ataduras.