“UCO o trato”: Carlos Herrera avanza el terrorífico Halloween que tendrá Pedro Sánchez

Unos segundos pasaban de las 6 de la mañana de este 31 de octubre, a horas de la noche de Halloween, cuando Carlos Herrera daba inicio a su programa en COPE. Saludaba a los oyentes con su tradicional “me alegro” y daba paso a su segundo, Jorge Bustos y Pilar Cisneros. La actualidad del día, ya se intuía en esos primeros minutos iba a pasar por la comparecencia en el Senado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Bustos tomaba entonces la palabra para analizar esa intervención de Sánchez en la Comisión de Investigación del caso Koldo y soltaba un chascarrillo que, inmediatamente, levantaba las risas de Herrera y describía a la perfección la actual situación del presidente del Gobierno y del PSOE. “UCO o trato”.

Y ya, en su editorial de las 8 de la mañana, el director de Herrera en COPE entraba en materia analizando la comparecencia de Pedro Sánchez.

El editorial matinal de este viernes se detuvo en la comparecencia del presidente del Gobierno en la comisión del caso Koldo. Cinco horas de intervención que, según el análisis de Carlos Herrera, buscaban convertir el Senado en un escenario de confusión y desgaste político.

El tono del locutor fue irónico y severo. Sánchez, dijo, llevaba la sesión perfectamente preparada, con respuestas extensas, documentos subrayados y hasta chascarrillos planificados. Una estrategia que perseguía consumir tiempo y desactivar la presión, pero que no evitó que proyectara la imagen de un dirigente “acorralado por los casos de corrupción que rodean a su partido”.

Una defensa a base de eslóganes

Durante su intervención, el presidente recurrió a expresiones ya conocidas: “circo”, “máquina del fango”, “bulos”, “fachosfera”. Según Herrera, todo formaba parte de un guion cuidadosamente elaborado para eludir respuestas directas y devolver el golpe mediante el clásico “y tú más”, reavivando antiguos escándalos del PP o desviando la atención hacia sus adversarios políticos.

El comunicador también subrayó la insistencia del presidente en la fórmula del “no me consta”, un recurso —dijo— que le permitió evitar afirmaciones comprometedoras sin incurrir en falsedad. Cada evasiva, según su lectura, era “una señal de debilidad”, un reflejo de los puntos donde el Gobierno teme que las explicaciones se agoten.

Carlos Herrera destacó el tono bronco de la sesión, especialmente en el intercambio con el portavoz del PP, que fue quien más logró poner al presidente en aprietos. En cambio, otros grupos, como Vox o Bildu, tuvieron papeles más predecibles —los primeros, excesivamente vehementes; los segundos, fieles aliados del Ejecutivo.

En conjunto, la jornada se interpretó como una victoria táctica pero un desgaste estratégico: Sánchez logró cumplir el guion sin conceder terreno, pero reforzó la sensación de un liderazgo atrincherado.

El locutor cerró su análisis con dos apuntes políticos de la jornada: la ruptura de Junts con el PSOE, ratificada por sus bases, y las declaraciones del presidente valenciano Carlos Mazón, que abren un periodo de reflexión en el seno del PP sobre su futuro inmediato.