Mejillones tigres, el plato veraniego típico de Galicia que triunfa en toda España
El toque picante da nombre a los ‘tigres’. Aunque hoy muchos los preparan de forma más suave, la esencia original incluía picante (como Tabasco), que justificaba su nombre característico.

Mejillones tigres
Esta tapa une el sabor intenso del mejillón con una cremosa bechamel y un crujiente rebozado, siendo un icono de la cocina gallega en muchas tabernas costeras de toda España.
Los mejillones tigres, también llamados tigres a secas, son una de esas tapas que encarnan a la perfección la esencia de la gastronomía gallega: mar y tradición se encuentran en un bocado crujiente y sabroso. Aunque hoy en día se consumen en muchas zonas de España, en Galicia siguen siendo un clásico en tabernas y locales con alma marinera.

Tomar tapas con amigos
Su atractivo reside en el contraste: una bechamel cremosa con sabor a marisco, recubierta de pan rallado que al freírse se vuelve dorada y crujiente. Son perfectos para compartir mientras disfrutas de un blanco gallego o una cerveza bien fría.
Historia de los mejillones tigres

Mejillones tigres
El origen de los mejillones tigres —tapa crujiente, cremosa y con un toque picante— no está del todo claro y da lugar a dos versiones principales que se disputan su creación.
Una de las teorías más difundidas sitúa su nacimiento en los años setenta, en la Comunidad Valenciana. Según recogen fuentes como Wikipedia, el artífice habría sido Miguel Torres Clemente, propietario del restaurante Mar de Oro en Cullera, quien ideó esta receta de mejillones rellenos de bechamel, rebozados y fritos, añadiendo un toque picante con guindilla o Tabasco que justificaría el nombre de “tigres”.
Sin embargo, otras fuentes como El Correo señalan un origen diferente: el bar Talento de Bilbao, regentado por la familia Pereira, donde se empezó a servir esta tapa a finales del siglo XX. En esta versión, los tigres también incluían un relleno cremoso y especiado, servidos en la propia concha del mejillón, y se convirtieron en una seña de identidad local.

Bateas
Sea cual sea su verdadero origen, lo cierto es que los mejillones tigres se han extendido por muchas regiones de España, ganando especial popularidad en Galicia. En esta comunidad, con una tradición consolidada en el cultivo de mejillones desde 1946, gracias a las bateas en las rías gallegas (Descubrirgalicia).
Los tigres se reinterpretan con producto local y un toque propio. Aunque el picante se ha suavizado en muchas versiones gallegas, algunos bares tradicionales lo mantienen fielmente, respetando la esencia de una tapa que ya es parte del recetario popular.
Ingredientes de los mejillones tigres y su función

Mejillones frescos
- Son el ingrediente principal de esta receta. Aportan sabor a mar y una textura firme. Se cuecen al vapor, se pican y se integran en el relleno, mientras que sus conchas se reutilizan para presentar la tapa.

Pimiento verde
Pimiento verde
- Da un punto vegetal y ligeramente dulce al sofrito, equilibrando la potencia del marisco y aportando frescura.

Cortar cebolla
Un clásico del sofrito gallego, aporta dulzor, cuerpo y suavidad al conjunto.
Dientes de ajo

- Refuerzan el sabor del relleno con ese matiz intenso y aromático tan característico, sin llegar a ser invasivo.
Perejil fresco al gusto

- El perejil, aporta notas herbáceas y frescor, además de un guiño a la cocina casera tradicional gallega.
Hoja de laurel

Laurel
- Se emplea durante la cocción de los mejillones para aromatizar el vapor y perfumar suavemente la carne del marisco.

Aceite de oliva
- Sirve para sofreír las verduras y potenciar su sabor. También añade untuosidad al relleno.
Sal al gusto

Sal
- Impulsa el sabor del conjunto. Hay que tener cuidado al añadirla, ya que los mejillones ya tienen un punto salino natural.
Salsa Tabasco (opcional)

Salsa de Tabasco
- Da el toque picante que da nombre a los “tigres”. Es opcional, pero muy recomendada si se quiere respetar el espíritu original de la receta.
Para la bechamel
Mantequilla

Mantequilla
- Se funde para crear la base grasa de la bechamel, proporcionando suavidad y sabor.
Harina de trigo

Harina todo uso
- Se mezcla con la mantequilla para formar el roux, que espesa la salsa y le da cuerpo.
Leche entera

Leche
Ingrediente esencial que convierte la mezcla en una crema. Aporta textura y equilibrio al sabor.
Sal, nuez moscada y pimienta

Nuez moscada
- Sazonan la bechamel y la completan con notas cálidas (nuez moscada) y un punto especiado (pimienta).
Para el rebozado
Huevo

Huevos
Se utiliza para que el pan rallado se adhiera bien al relleno y cree una capa firme al freírse.
Pan rallado

Pan rallado
- Aporta una textura crujiente en el exterior y ayuda a mantener la forma de los mejillones durante la fritura.
Aceite suave para freír

Aceite de girasol
- Debe ser neutro (como girasol o un oliva suave) para que no enmascare el sabor del mejillón. Bien caliente, sella el rebozado y evita que absorba demasiada grasa.
La química del sabor y la textura

Mejillones tigres
La receta de los tigres combina sabores y sensaciones:
- Umami del mejillón y la bechamel.
- Dulzor natural del sofrito.
- Cremoso fresco, frente al crujiente caliente del rebozado.
- Toque picante, que despierta y da personalidad.
Además, la bechamel adquiere firmeza al enfriarse en la nevera, lo que permite rellenar las conchas sin que la mezcla se desparrame. Luego, el paso por huevo y pan rallado crea una capa estable que resiste la fritura y da esa grasa dorada tan apetecible.
Mejillones tigre: un clásico gallego con carácter y mucho sabor

Mejillones tigres
Crujientes por fuera, cremosos por dentro y con ese toque ligeramente picante que los hace irresistibles. Los mejillones tigre —típicos en muchas barras gallegas— son una tapa que conquista desde el primer bocado.
Perfectos como entrante o para una merienda informal, esta receta combina la potencia del marisco con una suave bechamel enriquecida con un sofrito de verduras. Te explicamos paso a paso cómo prepararlos en casa.
Ingredientes
- Para los mejillones
- 1 kg de mejillones frescos
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla mediana
- 3 dientes de ajo
- Perejil fresco al gusto
- 1 hoja de laurel
- 150 ml de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- 1 cucharadita de salsa Tabasco (opcional, para el toque picante)
Para la bechamel
- 40 g de mantequilla
- 35 g de harina de trigo
- 500 ml de leche entera
- Sal, nuez moscada y pimienta al gusto
Para el rebozado
- 1 huevo
- 200 g de pan rallado
- Aceite suave para freír (girasol o un oliva de sabor neutro)
Preparación
1. Cocinar los mejillones

- Limpia bien los mejillones bajo el grifo, retirando las barbas y restos.
- En una olla grande, añade los mejillones con una hoja de laurel y una pizca de sal. Tapa y cuece a fuego medio hasta que se abran.

- Retira del fuego, separa los cuerpos de las valvas (reserva las conchas más grandes y limpias) y cuela el caldo. Déjalos enfriar.
2. Preparar el sofrito

Cortar cebolla
- Trocea la cebolla, el pimiento, los ajos y el perejil. Puedes picarlos a cuchillo o con procesadora.

Sartén con aceite
- En una sartén amplia, calienta el aceite y añade el picadillo de verduras. Sofríe unos 6 minutos a fuego medio, hasta que tome un tono dorado.
- Tritura ligeramente los mejillones cocidos e incorporarlos al sofrito. Añade sal, pimienta y remueve para que se integren bien. Reserva.
3. Hacer la bechamel

- En otra sartén, derrite la mantequilla a fuego medio-bajo. Retira del fuego y añade la harina, removiendo hasta formar una pasta.
- Vierte la leche poco a poco, sin dejar de remover para evitar grumos.

Bechamel
- Regresa al fuego suave y añade nuez moscada, sal y pimienta. Cocina hasta que espese y se despegue de las paredes de la sartén.
- Incorpora el sofrito de mejillones a la bechamel. Mezcla bien durante un par de minutos y, al final, añade unas gotas de Tabasco si te gusta el toque picante.

- Pasa la mezcla a una fuente, cubre con film transparente y deja enfriar. Después, refrigera al menos 2 horas para que tome consistencia.
4. Rellenar y empanar los mejillones
- Lava bien las conchas que has reservado.
- Rellena cada media concha con la mezcla fría, alisando con una cuchara.

- Pasa cada mejillón por huevo batido y luego por pan rallado, procurando que queden bien cubiertos.
5. Freír y servir
Calienta abundante aceite en una sartén y fríe los mejillones hasta que estén dorados y crujientes.

- Déjalos escurrir sobre papel absorbente.
¡A disfrutar!

Limón
- Sirve los mejillones tigre bien calientes, acompañados si quieres de unas gotas de limón o una salsa alioli suave. Son ideales como tapa, en fiestas o como homenaje personal a los sabores del mar gallego.
En conclusión, Los mejillones tigres son mucho más que una tapa: son el resultado de una receta con historia, debate y mucha personalidad.
Su combinación de ingredientes humildes con técnica culinaria los convierte en una delicia accesible, perfecta para homenajear el sabor del mar gallego desde casa. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.

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