Descubre la lasaña de berenjenas casera: el secreto de la abuela para un sabor inolvidable
Un plato con raíces árabes e italianas. La berenjena llegó a Europa de la mano de los árabes en el siglo IX, y en el sur de Italia se convirtió en la base de recetas tan famosas como la parmigiana.

Lasaña de berenjenas
Moussaka y parmigiana, dos platos hermanos. Aunque distintos, la moussaka griega y la parmigiana italiana comparten la técnica de alternar capas de berenjena con queso, salsa y especias.
Cuándo surgió la moussaka y la lasaña de berenjenas

Lasaña de berenjenas
La historia de los platos con berenjena es amplia y con raíces mediterráneas. La hortaliza llegó a Europa gracias a la expansión árabe en torno al siglo IX, cuando se introdujo en Sicilia y en otras zonas del sur de Italia. Al principio generaba desconfianza, pero pronto pasó a ser ingrediente central en la cocina popular. (picanos.com).
La moussaka griega, célebre en todo el mundo, utiliza berenjenas en capas junto a salsa de tomate y queso, a veces con carne y bechamel. No deriva directamente de la cocina italiana, pero sí comparte con la “parmigiana di melanzane” la misma técnica de intercalar capas de berenjena con otros ingredientes. Ambas recetas se desarrollaron en paralelo en distintas zonas del Mediterráneo, mostrando cómo este vegetal se adaptó a las tradiciones locales. (rosiessidekick.com)

Musaka
El plato italiano más cercano a la lasaña de berenjenas es precisamente la parmigiana. Documentada ya en el siglo XVIII en tratados culinarios del sur de Italia, combinaba berenjenas fritas con queso y salsa en capas que se horneaban. En 1839, Ippolito Cavalcanti publicó en su Cucina teorico-pratica" una receta que consolidó esta preparación como base de lo que hoy conocemos. (lacucinaitaliana.com)
De ahí surgieron las distintas variaciones modernas, incluida la lasaña de berenjenas, una opción sin pasta que mantiene la esencia mediterránea: capas, sabor concentrado y la combinación de vegetales, queso y tomate.
Ingredientes tradicionales en la lasaña de berenjena

Lasaña de berenjenas
No existe una única forma de preparar la lasaña de berenjenas. Algunas versiones incluyen solo salsa de tomate, mientras que otras añaden también bechamel para darle más cremosidad. Además pueden añadir a la receta, albahaca, pimienta negra, champiñones o el perejil. En realidad, se trata de un plato muy flexible, al que se le pueden incorporar diferentes verduras según lo que tengas a mano en la despensa.

- Berenjenas: sustituyen las láminas de pasta, aportando cuerpo y sabor suave.

Huevos
- Huevo: actúa como aglutinante, mantiene unido el relleno.

Queso ricotta
- Queso ricotta: aporta cremosidad y textura ligera.

Beneficios del queso mozzarella
- Queso mozzarella: añade elasticidad y fundido al gratinar.

- Ajo: refuerza el aroma y el sabor del conjunto.

Espinacas baby
- Espinacas: dan frescor vegetal, fibra y color.

Aceite de oliva
- Aceite de oliva: evita que la berenjena se seque y potencia su sabor.

Salsa tomate
- Salsa de tomate: aporta jugosidad y equilibra la acidez del plato.
- Otros ingredientes comunes: orégano seco, albahaca, pimienta negra, champiñones, perejil, salsa bechamel.
Lasaña de berenjenas casera

Lasaña de berenjenas
Con esta receta consigues una lasaña ligera, sabrosa y sin pasta, perfecta para quienes buscan una versión más vegetal pero con todo el sabor.
Ingredientes
- 3 berenjenas grandes (unos 680 g), cortadas a lo largo en rodajas de medio centímetro de grosor.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal gruesa
- 1 huevo grande
- 425 g de queso ricotta bajo en grasa.
- 125 g de queso mozzarella rallado, dividido en dos partes.
- 90 g de queso parmesano rallado, dividido en dos partes.
- 3 dientes de ajo bien picados.
- 1 cucharadita de orégano seco.
- 280 g de espinacas congeladas, bien escurridas (exprímelas hasta que no quede agua).
- 55 g de perejil fresco picado.
- 25 g de albahaca fresca, bien picada y compacta.
- Pimienta negra recién molida, al gusto.
- 500 g de salsa de tomate para pasta (puede ser casera o comprada, según prefieras).
Preparación paso a paso
Preparar la berenjena

Berenjenas
- Coloca las rodajas de berenjena en una bandeja, espolvorea sal por ambos lados y déjalas reposar de 20 a 30 minutos. Esto ayuda a quitarles el amargor.
- Si vas con prisa, puedes saltarte este paso, pero le da un punto extra de sabor.
Encender el horno

precalentar horno
- Precalienta a 200 °C con la rejilla en el centro.
Asar las berenjenas

- Seca las rodajas con papel de cocina para retirar el exceso de agua y sal.
- Engrasa ligeramente una bandeja de horno.

El oro líquido español en su forma más pura: intenso, brillante y cargado de matices.
- Pincela cada rodaja con aceite de oliva, este es un secreto de la abuela que asegura queden más jugosas. Hornéalas 15–20 minutos hasta que estén tiernas y flexibles.
Preparar el relleno cremoso

- En un bol grande, bate el huevo.

Mozzarella
- Añade la ricotta, la mitad de la mozzarella (unos 60 g), un cuarto del parmesano (unos 20 g), el ajo picado, el orégano, las espinacas escurridas, el perejil y la albahaca.

Sal y pimienta
- Salpimienta al gusto y mezcla todo bien hasta conseguir una crema homogénea.
Bajar la temperatura del horno
- Cuando saques la berenjena, reduce el calor a 190 °C.
Montar la lasaña

Fuente de horno
- Engrasa ligeramente una fuente para horno.
- Extiende en el fondo medio vaso de salsa de tomate, otro truco de la abuela que empapa el fondo para que esté mas jugoso.

Salsa de tomate
- Coloca una capa de berenjena (unas 4–6 rodajas, superpuestas si hace falta).
- Reparte la mitad de la mezcla de ricotta y añade una fina capa de salsa.
- Repite otra capa igual: berenjena, ricotta y salsa.

Queso parmesano
- Termina con una capa de salsa y por encima reparte el resto de la mozzarella y del parmesano.
Hornear

Horno
- Cubre la fuente con papel de aluminio y hornea 15–20 minutos.
- Destapa con cuidado y hornea 10–20 minutos más, hasta que el queso esté fundido y los bordes dorados.
Reposar antes de servir
- Retira del horno y deja que la lasaña repose 10 minutos para que se asiente.

Lasaña de berenjenas
- Sirve en porciones generosas y disfruta.
En conclusión, la lasaña de berenjenas combina historia y sabor en un mismo plato: hereda la tradición mediterránea de la parmigiana y la moussaka, pero se reinventa como una versión ligera y sin pasta que conquista por su sencillez. Con pocos ingredientes bien escogidos y un horneado al punto, se logra un resultado cremoso, saludable y lleno de aroma. Una receta que demuestra cómo lo clásico puede transformarse en algo nuevo sin perder su esencia.
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