La estafa de los viajes charter del Barça explota en pleno vuelo

La expedición del FC Barcelona aterrizó en Gijón envuelta en una polémica que algunos periodistas de la órbita culé ya se olían. Medio centenar de aficionados que viajaban con el equipo, previo pago de una cantidad sustanciosa, se quejaron del poco contacto que tuvieron con los cracks, a los que apenas pudieron acceder. 

Las historia no es nueva. Varias columnas de opinión filtraron hace semanas que los viajeros del charter no estaban contentos con la experiencia vivida. Los jugadores no se sentían cómodos con la presencia de los fans durante los desplazamientos y Luis Enrique solicitó al club que se restringiera el acceso para que la plantilla se desplazara con la máxima comodidad. El club aceptó el trato y ahora se enfrenta a las consecuencias. 

Antes era habitual ver a los futbolistas e interactuar con ellos para pedirles fotos y autógrafos durante el trayecto, pero en esta ocasión los aficionados entraron al avión mucho antes que sus ídolos. Un vídeo publicado por uno de los afectados destapó los cánticos que les dedicaron a los jugadores del FC Barcelona para afearles el gesto: "Fotos sí, seguratas no" y "¿Por qué, por qué, la afición en los viajes os molesta, en los campos no venís a saludarnos? ¿Por qué, por qué, el escudo que lleváis lo merecéis?", fueron las proclamas.

Ya en tierra firme, el grupo Seguiment FCB llegó hasta Gerard Piqué y el delegado Carlos Navas para entregarles un comunicado en el que pidieron que los jugadores tuvieran en cuenta la ilusión de los niños. "No somos clientes del club, somos el club. Cuidemos 'la masía de los socios", reclamaron. Los viajes para aficionados comenzaron cuando el club prohibió a los periodistas volar junto a los miembros de la plantilla. El FC Barcelona tenía que rentabilizar las plazas libres y las ofrecieron a varias agencias de viajes dentro y fuera de España. 

El FC Barcelona no se pronunció oficialmente al respecto pero consideró que algunas de las expresiones estuvieron fuera de lugar. Para compensar a los fans que habían pagado su billete, el club decidió invitarles a un entrenamiento donde pudieran ver a los jugadores de cerca. Para algunos la contraprestación es insuficiente pero, de momento, es la única medida adoptada por la directiva.