| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Raphinha y De Vrij disputan un balón en el partido de Champions en Milán.
Raphinha y De Vrij disputan un balón en el partido de Champions en Milán.

El Barça se harta de los árbitros, pero no se atreve a denunciarlos ante la UEFA

La expedición azulgrana criticó duramente la actuación de los colegiados de su derrota en Milán y se disponía a protestar en las más altas esferas, pero algo les dijo que era mejor desistir.

| Agustín Díaz Deportes

El Barcelona se complicó su futuro en la Champions League al caer derrotado en Milán ante el Inter (1-0) y la expedición culé regresó a la Ciudad Condal absolutamente indignada con el arbitraje. "Ha sido premeditado, sino no se explica", era el sentir general en el seno del club catalán. 

 

El Barça se queja de tres acciones muy concretas en las que, a su juicio, fue claramente perjudicado: la tarjeta rota perdonada a Çalhanoglu, por una entrada brutal a Sergio Busquets, el gol anulado a Pedri por unas manos anteriores de Ansu Fati, y el penalti de Dumfries, al tocar el balón con la mano totalmente extendida.

 

"Estoy cabreado por la situación", reconoció Xavi Hernández en la rueda de prensa posterior al encuentro. "Estoy indignado. No entendemos nada. Es una injusticia, los árbitros deberían hablar y explicarse, pero se va y no pasa nada. Yo no debo hablar por una decisión que yo no he tomado. Debería dar explicaciones de por qué no lo ha pitado. A mí no me las ha dado y por eso creo es que es injusto. Sus decisiones son decisivas, tanto en el gol anulado como en el penalti no pitado", añadió el técnico del Barcelona. 

 

La primera opción del Fútbol Club Barcelona era elevar una denuncia ante la UEFA por el horroroso arbitraje sufrido en Milán. El área jurídica había recibido órdenes de la directiva para formalizar esa queja, teniendo en cuenta los comentarios que había recibido de todas las instancias del club. Sin embargo, algo debió de cambiar en horas, porque, ya por la tarde, la opción de denunciar se ha desestimado

Lo que sí tienen claro los barcelonistas es que Van Boekel, el árbitro a cargo del VAR en Milán, no debería volver a dirigir ningún partido que dispute el equipo blaugrana. Ya erró en el partido de Munich, cuando no pitó como penalti un claro derribo dentro del área de Davies a Dembélé, y tres semanas después se han repetido los errores. Sabiendo, además, que fue el mismo colegiado que no pitó falta de Benzema sobre Donarumma en el comienzo de la remontada del Real Madrid ante el PSG en la última Champions, los argumentos para el club blaugrana empezaban a rebosar. 

Christensen y Kessie, lesionados en Milán

A la derrota y a la indignación por la forma en que se produjo, hay que sumar otras dos malas noticias para el Barcelona. En Milán se lesionaron tanto Andreas Christensen como Frank Kessie. El danés sufre un esguince en el tobillo izquierdo y no podrá jugar este fin de semana frente al Celta, mientras que el ex jugador del Milan tiene una elongación en el aductor del muslo derecho, lo que le tendrá un par de semanas fuera de los terrenos de juego.