La Comisión Europea eleva la previsión de crecimiento del PIB español para el próximo año al 2,4%, dos décimas más. No obstante, alerta sobre una desaceleración en 2024, proyectando un 1,7%
Según las proyecciones de la Comisión Europea, se anticipa un crecimiento del 2,4% para la economía española en 2023, reflejando un incremento de dos décimas respecto al pronóstico de verano que se situaba en el 2,2%. Sin embargo, se proyecta una moderación en el crecimiento real del PIB español en 2024, disminuyendo al 1,7% en comparación con el 1,9% estimado en septiembre.
Bruselas atribuye esta desaceleración en el próximo ejercicio a la "escasa" dinámica de la demanda externa debido al menor impulso del sector turístico y al "debilitamiento" de la situación económica de los principales socios comerciales de España, según se desprende de las previsiones de otoño publicadas este miércoles.
Para 2025, la economía española acelerará "ligeramente" hasta el 2%, cuando se prevé que el impacto del componente de préstamo del fondo de Recuperación y Resiliencia dé un nuevo estímulo al gasto para impulsar el crecimiento.
España lidera así la previsión de crecimiento en 2023 de las seis mayores economías de la UE, entre las que figura junto a Alemania (-0,3%), Francia (1%), Italia (0,7%), Países Bajos (0,6%) y Polonia (0,4%).
Asimismo, se sitúa también por encima de las previsiones tanto de la eurozona como del conjunto de la Unión Europea, ambas con un pronóstico de crecimiento del 0,6% en 2023, y que implica un descenso de dos décimas respecto a las predicciones de septiembre.
La Comisión ha revisado a la baja el crecimiento de la economía de la UE para 2024, del 1,4% previsto en verano al 1,3%, así como el de la zona euro, que baja del 1,3% al 1,2%
Las predicciones apuntan también a que la tasa de desempleo en España descienda al 12,1% en 2023, y se espera que siga mejorando hasta el 11,6% y el 11,1% en 2024 y 2025, respectivamente.
Por otro lado, el Ejecutivo comunitario mantiene sin cambios el porcentaje de inflación de España en el 3,6% para el presente ejercicio, el mismo augurado en septiembre para 2023, pero eleva la previsión de 2024 del 2,9% al 3,4%, a pesar de la presión al alza ejercida por la esperada retirada progresiva de las medidas para mitigar el impacto de los elevados precios de la energía.
Esta cifra se sitúa, además, muy por debajo del pronóstico comunitario de inflación, que se prevé que se sitúe en el 6,5% en toda la Unión Europea para 2023 -mantiene los valores de las previsiones de verano- y en el 3,5% en 2024, 3 décimas por encima de la previsión de septiembre.
En lo que respecta a la eurozona, la inflación se mantiene en el 5,6% que ya se auguró en las predicciones de verano pero sube de 2,9% a 3,2% de cara a 2024.