Sánchez con Presupuestos; Moreno sin ellos: el mundo al revés

El Gobierno ha logrado aprobar en el Congreso sus Presupuestos, rematando un final de noviembre  de aparente éxito: primero recibió el visto bueno de Bruselas a las cuentas (advirtiendo de la extrema debilidad de la economía española) y después obtuvo el plácet de 188 diputados: todos los del PSOE y Podemos y los de otros once partidos, todos ellos nacionalistas o regionalistas.

Con ese balance, España padecerá unas cuentas insostenibles que elevan como nunca el gasto a pesar de la ausencia de ingresos y la dimensión de la deuda; pero Sánchez conseguirá agotar la legislatura si lo estima oportuno: su caída en las encuestas pronostica que lo hará, a la espera de una mejoría que vincula a las inversiones con los Fondos Europeos y la recuperación económica en 2023.

Moreno advierte: "Si no me dan oxígeno, no voy a perder ni un minuto"

El contraste entre el visto bueno a unas cuentas nacionales equivocadas y contraproducentes y el veto a unos Presupuestos racionales en Andalucía es abrumador y demuestra, una vez más, la diferencia entre la izquierda y la derecha a efectos de supervivencia:

Mientras la izquierda pacta lo que haga falta con quien haga falta para alcanzar o mantenerse en el poder; la derecha busca razones artificiales para el desencuentro: Andalucía se ha colocado a la cabeza de España en creación de empleo, exportaciones o atracción de inversores y  pese a ello VOX y PSOE han hecho pinza para bloquear a Juanma Moreno.

Mientras Sánchez aprueba unos presupuestos kamikazes; a Moreno le frustran unas cuentas sensatas y exitosas

España, el país con menor crecimiento de la Unión Europea y con la mayor destrucción de empleo; tendrá sin embargo unos Presupuestos inviables que agudizarán esas heridas pero refuerzan temporalmente a Sánchez.

El mundo al revés

El contraste es terrible al ver la letra pequeña de lo que se aprueba y de lo que se veta: los Presupuestos de Sánchez prosperan gracias a concesiones millonarias y sectarias a los independentistas; mientras los de Moreno naufragan con proyectos con la subida en 1.100 millones para Sanidad.

Todo ello provoca que, mientras Sánchez podrá demorar las Elecciones hasta enero de 2024 incluso; Moreno quizá tenga que adelantarlas al primer semestre de 2022. Y que una política descentrada e insolidaria prevalezca mientras otra, basada en la realidad y con un balance exitoso, tenga que someterse a examen quizá antes de tiempo. El mundo al revés.