| 06 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, junto al líder del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, y la ministra María Jesús Montero.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, junto al líder del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, y la ministra María Jesús Montero.

Sánchez no tiene límites: de la amnistía al indulto de los ERE

La hemeroteca vuelve a jugar una mala pasada al líder del PSOE, que más de una vez ha afirmado rotundamente estar en contra de los indultos a los políticos. Dicho y hecho, pero al contrario.

| ESdiario Editorial

Un clavo saca a otro clavo, un escándalo tapa a otro. En eso Pedro Sánchez es un maestro. En medio de la negociación con Puigdemont sobre la inconstitucional amnistía, el Gobierno inicia en funciones los trámites para conceder el indulto a los condenados por el mayor caso de corrupción de la historia. El escándalo no es menor. Si ese indulto se produce estaríamos ante un político del PSOE perdonando la corrupción de otros políticos del PSOE. Probablemente sería totalmente legal, pero no menos inmoral.



En este escándalo en ciernes se reproduce además lo que es ya un claro patrón en el 'modus operandi' de Pedro Sánchez: hacer exactamente lo contrario de lo que prometió. En 2016 él mismo anunció en las redes sociales una iniciativa parlamentaria del Grupo Socialista para “exigir la prohibición de los indultos para los delitos relacionados con la corrupción”. Dos años antes, en 2014, en una entrevista en televisión, el presentador Risto Mejide le preguntó a Sánchez: ¿”Qué sentido tiene que un político indulte a otro?”. “Ninguno”, contestó el hoy presidente en funciones, “yo siento vergüenza de eso”.

Sánchez se avergüenza de Sánchez, pero a Sánchez eso no le frena. Ya indultó a los políticos catalanes condenados por el ‘procés’ y ahora es muy probable que lo repita con sus compañeros de partido.

En este caso además se da la circunstancia de que el PSOE nunca ha reconocido el delito de los condenados por el Tribunal Supremo en el caso de los ERE. No admiten que hicieran algo mal. Más bien todo lo contrario. En la última campaña de las elecciones autonómicas en Andalucía, el expresidente Rodríguez Zapatero expresó en público el “orgullo” que siente él y su partido por Manuel Chaves y José Antonio Griñán, máximos responsables de la trama ideada desde el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía que ellos presidieron.

Sánchez busca probablemente una cortina de humo, desactivar con este nuevo escándalo en ciernes la polémica por la amnistía que negocia con el prófugo Puigdemont. No hay que caer en la trampa. No hay nada que tape la amnistía por mucho que el líder socialista se empeñe. Aprobará la ley, pero quedará marcado para siempre.