| 10 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez celebra el resultado electoral del 23J ante la militancia del PSOE en la calle Ferraz
Pedro Sánchez celebra el resultado electoral del 23J ante la militancia del PSOE en la calle Ferraz

España en manos de Sánchez, Otegi, Rufián... y Puigdemont

Los españoles hemos votado y hemos decidido dejar a Sánchez la posibilidad de reeditar su Gobierno Frankenstein si está dispuesto a cruzar nuevas líneas rojas y subir las cesiones.

| ESdiario Editorial

Pedro Sánchez celebró anoche su derrota electoral como si de una gran victoria se tratara. Sin reparo, sin rubor y sin vergüenza alguna se autoproclamó vencedor. Eso deja a las claras cuáles son sus intenciones: apurar al máximo sus opciones de reeditar el Gobierno para intentar mantenerse en la Moncloa. Sus antecedentes también abonan esta tesis. 

Lo malo ahora es que el precio a pagar ha subido. Ya no solo depende de los proetarras de Otegi sino que necesita la participación activa del fugado Carles Puigdemont. España queda así en manos de un político sin límites, Pedro Sánchez, y sus enemigos más feroces: Bildu, ERC y Junts. Los votantes le han dado al candidato del PSOE esa posibilidad y hay pocas dudas de que lo intentará.

El escenario es aterrador. Da miedo pensar en lo que le pueden llegar a pedir Otegi, Rufián y Puigdemont. En realidad no hay que imaginarlo. La candidata de Junts, Miriam Nogueras , salió antes de cerrarse el escrutinio a dejar claras las cosas: "no haremos presidente a Sánchez a cambio de nada".

El referéndum en Cataluña y el País Vasco es el precio a pagar

El referéndum por la independencia en Cataluña y el País Vasco planea sobre España como una amenaza cada vez más real. Lo defiende hasta Sumar, el principal socio de Gobierno de Sánchez. Si el socialista quiere gobernar ya sabe lo que tiene que hacer. Y lo malo es que hablamos de Sánchez, el que dio los indultos, modificó el Código Penal y pactó y blanqueó a Bildu hasta auparle a primera fuerza política en el País Vasco. 

España queda en manos de un político sin límites, Pedro Sánchez, y sus enemigos más feroces: Bildu, ERC y Junts

Feijóo no se lo va a poner fácil. Va a dar la batalla. Intentará una investidura que se antoja imposible, pero buscará que todos se retraten y que Sánchez tenga que descubrir sus cartas ante los españoles. Hay partido aunque a priori Sánchez tiene más cartas y puede ganar la partida aunque sea a costa de España. Eso le da igual.