×
Portada
España
Investigación
Opinión
Medios
Chismógrafo
Andalucía
Castilla y León
Castilla-La Mancha
C. Valenciana
Economía
Deportes
Motor
Sostenibilidad
Estilo
esTendencia
Salud
ESdiario TV
Viajar
Mundo
Suscribirse
Portada
España
Investigación
Opinión
Medios
Chismógrafo
Andalucía
Castilla y León
Castilla-La Mancha
C. Valenciana
Economía
Deportes
Motor
Sostenibilidad
Estilo
esTendencia
Salud
ESdiario TV
Viajar
Mundo
Suscribirse
La foto del PSOE con Puigdemont: difícil caer más bajo
Otra instantánea más para sumar al álbum de la vergüenza de los socialistas. Aunque no sea el propio Sánchez, el cuadro es fiel reflejo de lo que es actualmente el líder del PSOE.
El PSOE acumula fotografías para un álbum de la infamia. Tras la de Pedro Sánchez con la portavoz de Bildu en el Congreso llegó este lunes la del número 3 socialista, Santos Cerdán, con el prófugo Carles Puigdemont en Bruselas bajo un enorme cuadro con una instantánea de una multitud llevando en volandas una urna de plástico de aquellas empleadas en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
La humillación es completa para el PSOE y lo será pronto para España, en cuanto los separatistas catalanes y vascos y los proetarras de Bildu voten a favor de la investidura de Pedro Sánchez. No será en nombre de resolver “el conflicto” catalán, como dicen desde el PSOE y repiten sin parar sus terminales mediáticas, sino en beneficio del candidato socialista y su deseo patológico de poder.
Sánchez utiliza España para saciar su interés personal. No hay más. Nunca hubiera aprobado una ley de amnistía que es inconstitucional a todas luces, como él, los dirigentes del PSOE y muchos ministros afirmaban antes de las elecciones. El peaje a pagar es la destrucción de su dignidad personal, si queda algo por destruir ahí, y la rendición de su país ante los separatistas.
Parece que todo está ya a punto para su investidura, que es lo único que le preocupa. Será en la semana del 6 al 10 de noviembre. Probablemente será el día 8 de noviembre cuando Sánchez se convierta en el presidente del Gobierno más fraudulento y con menos legitimidad de la historia democrática de nuestro país.
Es difícil caer más bajo, pero no es imposible. De aquí a que se consume esa investidura que pasará a la historia negra de la democracia española es muy probable que Sánchez tenga que pasar por algún aro más al chasquido del látigo de Puigdemont. Lo veremos. Su humillación personal es intrascendente e incluso merecida, pero lo malo es que arrastra a su país con él. Y eso, por mucho que se salga ahora con la suya, es algo que la historia no le perdonará nunca.
