Ayuso pone los puntos sobre las íes y señala a Sánchez

El PP y sus votantes necesitaban escuchar un discurso como el que pronunció este miércoles la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Tras la decepción del 23J era perentorio que alguien pusiera los puntos sobre las íes y volviera a poner el foco donde hay que ponerlo. Porque lamerse las heridas no es la solución a nada ni hay tiempo para lamentos. El baño de agua fría ha sido muy duro y descorazonador, pero hay que levantar la cabeza y ponerse de nuevo en guardia para lo que pueda venir. 

Ayuso, que es una maestra interpretando los momentos políticos, ha sabido leer también este y ha recordado lo esencial: la cuestión no es el liderazgo de Feijóo, que ella respalda públicamente, sino qué va a hacer Pedro Sánchez para formar gobierno, cuáles son sus planes para España y a qué precio.

La presidenta del PP de Madrid ha puesto el dedo en la llaga: Sánchez solo puede gobernar con delincuentes enemigos de España, con los separatistas catalanes y vascos que le van a pasar una altísima factura. A su juicio ese pacto con Puigdemont en realidad ya está cerrado o a punto de cerrarse al igual que lo está con Otegi para formar gobierno con Bildu tanto en Navarra en los próximos días como en el País Vasco tras las elecciones en esa comunidad el próximo año. 

No obstante, como ha recordado la propia Ayuso, aunque Sánchez finalmente sea investido y gobierne, aunque trate de apartar y aislar al máximo al PP, lo cierto es que esta fuerza política acumula mucho poder: tiene mayoría absoluta en el Senado para intentar frenar leyes y reformas estatutarias que pongan en peligro a España; es el partido con más escaños en el Congreso; gobierna en una decena de comunidades autónomas y en decenas de capitales de provincia y otras localidades, y manda también en muchas diputaciones provinciales de toda España. Desde todos esos focos de poder el PP debe tratar de impedir por el bien de nuestro país que Sánchez cruce más líneas rojas de las que ya ha cruzado. 

El discurso de Ayuso era totalmente necesario para los votantes del PP y en general de la derecha española. En clave interna supone un respaldo sin fisuras al líder en un momento de debilidad. También logra un refuerzo de su propia autoridad moral en las filas del PP. 

No es una presidenta más del partido, es la presidenta con más peso específico, a la que se escucha cuando habla y la que tiene un mayor ascendiente sobre los afiliados. Su comparecencia del miércoles fue un bálsamo para la mayoría de los votantes e incluso para sus propios compañeros de partido.