La Caponata siciliana es un plato vegano con distintas verduras como las berenjenas, los tomates o las cebollas. El primer registro documentado de la caponata se remonta a 1709,
A lo largo del tiempo, la caponata ha experimentado transformaciones según las regiones sicilianas. En Catania, se incorporan pimientos rojos y amarillos; en Palermo, berenjenas, aceitunas verdes, apio y tomates; mientras que en Agrigento, se sustituyen las aceitunas verdes por las negras, añadiendo pimientos a la receta.
La caponata , hoy en día un plato emblemático de la cocina siciliana, tiene raíces que se remontan a la antigua Roma. La etimología del término "caponata" es incierta, pero algunas teorías sugieren su conexión con la palabra "caupona", utilizada para describir las antiguas tabernas romanas donde se preparaban platos simples de verduras con aceite y vinagre.
En sus inicios, este plato era modesto y consumido principalmente por las clases menos acomodadas, ya que las berenjenas era poco apreciadas y el apio rara vez se utilizaba en la cocina.
Durante la dominación española en Sicilia, (1504-1713) la caponata experimentó una metamorfosis significativa, convirtiéndose en un manjar aristocrático.
En esta época, se enriqueció con mariscos, pulpo y diversos tipos de pescado, alejándose completamente de la versión original basada en verduras. No obstante, la transición hacia la receta contemporánea aún no se había completado; la caponata española solía ser un plato de pescado, donde el capone, un pez, era el protagonista.
La primera mención documentada de la caponata se remonta a 1709, cuando el Etymologicum Siculum de S. Vinci la describió como "acetarium et variis rebus minutum conficis" o, en otras palabras, "una ensalada y varias cositas cocidas". Este primer testimonio revela la simplicidad y versatilidad de la caponata, que se consolidaría como una preparación culinaria arraigada en la tradición siciliana.
En el siglo XIX, específicamente en 1837, el chef y estudioso Ippolito Cavalcanti dejó registro de una versión más cercana a la caponata actual en su tratado culinario "Cocina teórico-práctica con el correspondiente riposto".
Su receta incluía rebanadas de pan tostado remojadas en aceite y vinagre, condimentadas con hierbas aromáticas, escarola y lechuga, y finalmente, se agregaba pescado, ya fuera anchoas en la versión más sencilla o salmonetes, bacalao o caballa en la más elaborada.
Aunque las raíces etimológicas del término "caponata" son difíciles de precisar, el "Atlas Lingüístico de Sicilia" sugiere que la raíz "cap-" podría relacionarse con el acto de "picar" o "cortar" verduras, destacando la base fundamental del plato: las verduras y hortalizas.
En la segunda mitad del siglo XIX, Antonino Traina, en su diccionario siciliano-italiano de 1860, describió la caponata como un manjar que contenía pescado, berenjenas o alcachofas, y otros condimentos.
Aunque no proporcionó una receta precisa, circulaban variaciones que incluían berenjenas, alcachofas, apio, pimientos, aceitunas, ajo, cebolla, alcaparras, sal y aceite, con adiciones como pulpo, pez espada, bogavante y almendra picada.
Las recetas de caponata varían según la ubicación geográfica, siendo las de Palermo y Trapani las más conocidas. La versión palermitana destaca por cortar las berenjenas en trozos iguales y agregar aceitunas enteras, trituradas y deshuesadas.
En Trapani, una vez incorporadas las partes menos valiosas del atún, la caponata evolucionó hacia una base exclusiva de berenjena, eliminando por completo el pescado.
Transformaciones modernas y preservación de la tradición
La caponata, a lo largo de los siglos, ha experimentado diversas transformaciones, desde su origen humilde hasta convertirse en un plato aristocrático y, finalmente, en la versión contemporánea que conocemos.
Aunque las influencias de la élite y las clases trabajadoras han dejado su huella en la evolución de esta deliciosa receta siciliana, la esencia de la caponata ha perdurado, manteniendo la esencia de Sicilia en cada variante regional.
En conclusión, la receta de caponata siciliana, nos revela un viaje culinario a través de los siglos, . Desde sus modestos inicios en las tabernas romanas hasta su refinamiento durante la dominación española, la caponata ha resistido el paso del tiempo.
Las variantes regionales añaden un toque único, pero todas comparten la esencia de las verduras y la habilidad siciliana para transformar ingredientes simples en un festín de sabores.
La caponata, hoy en día, es un testimonio vivo de la rica historia gastronómica de Sicilia. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.