Fugas del PSOE en Navarra: renuncian a ser concejal en Pamplona por la moción

Parece ser que no todos en el PSOE de Navarra están de acuerdo con la moción de censura que dará la alcaldía de Pamplona a Bildu. Tanto, que no quieren ser partícipes con su voto de esta decisión. Estaba previsto que el socialista Tomás Rodríguez tomara posesión como concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Pamplona para sustituir a la ministra Elma Saiz justo antes de la moción de censura, pero ha renunciado provocando todo tipo de especulaciones y dejando en evidencia la grieta por el entreguismo a Bildu.

En un pleno el 28 de diciembre, instantes antes del pleno en el que se debatirá la moción de censura acordada entre PSN y Bildu para desbancar a UPN de la alcaldía de Pamplona, iba a tomar posesión Tomás Rodríguez, número 6 de la lista del PSOE, pero tras su renuncia será Miguel Matellanes, estudiante de Derecho y Ciencias Políticas y ex asesor parlamentario, de sólo 22 años, quien asuma el cargo y vote para dar la alcaldía de Bildu. El número 7 de la lista, María José Blasco, también ha rehusado tomar el acta de edil aludiendo "motivos profesionales".

Desde el PSOE de Navarra se ha reaccionado ante este episodio que hace saltar por los aires su unidad echando la culpa a UPN y a la todavía alcaldesa de Pamplona en lugar de hacer autocrítica sobre sus pactos con Bildu. El secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, ha criticado las "continuas presiones ejercidas por UPN, propias de otros tiempos y totalmente cuestionables democráticamente".

El socialista navarro ha incidido en "el señalamiento realizado por la propia alcaldesa Cristina Ibarrola en rueda de prensa, donde directamente hizo alusión a Tomás Rodríguez y profirió descalificaciones contra el Partido Socialista".

También ha censurado los "continuos ataques desde las diferentes redes sociales y medios afines en los que se ha señalado a través de fotografías a los concejales del PSN". "Los señalamientos, que es lo que van a promover ahora las derechas, vestido de un discurso moral y patriótico, son discursos muy peligrosos, de otros tiempos que nunca deberían volver", se ha victimizado Ramón Alzórriz.