Sánchez se convierte en rehén de Belarra y Montero aunque trate de ningunearlas

Sánchez es rehén de sus socios. No tiene más remedio que seguir a su merced después incluso de que desde Unidas Podemos se defina al PSOE como uno de los "partidos de la guerra" tras la decisión del Gobierno de enviar armas a Ucrania. Por ello, los miembros del Ejecutivo intentan minimizar daños, restando importancia a las declaraciones de los morados, conscientes de que no queda más remedio que tragar, puesto que la otra opción posible es dinamitar la coalición, algo que nadie está dispuesto a hacer.

Por ello, los ministros han cerrado filas con su líder, con Margarita Robles a la cabeza. La titular de Defensa ha replicado este lunes a la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, que "el único que está haciendo la guerra es Putin" y, además,  ha advertido de que no solo se puede "hablar" de la paz sino que hay que "trabajar por ella", como asegura que está haciendo el Gobierno, la ciudadanía y también las Fuerzas Armadas.

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Robles considera que la postura en contra del envío de armas a Ucrania de Belarra y de la ministra de Igualdad, Irene Montero, son posiciones "puramente individuales", porque la postura del Ejecutivo la marca de forma "clara y contundente" su presidente, Pedro Sánchez. "El verdadero mensaje es la unidad frente a Putin, luego habrá opiniones individuales, particulares, con perspectivas de consumo interno dentro de su grupo", ha apuntado en referencia a las ministras de Podemos.

Además, ha dicho no saber lo que significa la "diplomacia de precisión" de la que habló Irene Montero y ha recordado que las vías diplomáticas fueron "incesantes" hasta el final. "Hay que recordar a las personas que lo han olvidado que España apoyó fervientemente la vía diplomática. Cuando oigo hablar de diplomacia igual no conocen con detalle todo lo ocurrido".

Junto a ello, en una entrevista en La Sexta, ha situado esos "sorpendentes discursos" en clave interna de Podemos, pero ha advertido que "sobrecoge a todos" que en estas circunstancias pueda haber alguien que pueda estar dedicando su tiempo a cuestiones internas.  De hecho, la ministra se ha mostrado sorprendida también de que en un momento en el que la comunidad internacional está tan unida pueda haber algún grupo político que tenga una "visión tan pequeña e insolidaria" y con unos planteamientos alejados de la realidad.

El PSOE 'vende' la falsa unidad del Gobierno

Por su parte, otros ministros del Gobierno han insistido en reiterar una y otra vez que en el Consejo de Ministros hay unidad, tratando de ignorar las posturas de Podemos. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá,  ha insistido en que dentro del Ejecutivo de coalición, "y en cómo se está preparando y organizando en los distintos ámbitos colegiados que hay, en los distintos niveles, yo estoy viendo una unidad de acción completa", ha declarado.

Unas declaraciones que coinciden con las que ha pronunciado la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. "No sé si esas declaraciones son más de partido porque como Gobierno estamos totalmente unidos", ha expresado Calviño en una entrevista en TVE, al ser preguntada sobre si el PSOE se está cuestionando la presencia de Podemos en el Gobierno tras las críticas por el envío de armas a Ucrania.

 Y es que, las palabras de Belarra han supuesto un golpe enorme para la credibilidad de un Sánchez en horas bajas, que pese a que intenta revestirse de 'hombre de Estado', no es capaz de controlar a sus socios, ni frenarles dando un golpe en la mesa ante las crudas acusaciones.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

Así lo ha puesto de relieve el candidato a liderar el PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha afeado al presidente no ser capaz de coordinar la acción del Gobierno ni de tan siquiera nombrar a sus ministros porque "prueba de ello es que no puede cesarles". Según ha dicho, los españoles están ante un Gobierno "lleno de fisuras" y con "planteamientos ideológicos distintos" que "solo les une el poder".

"Mientras a Sánchez le interese ser presidente se va comer lo que diga Belarra, Montero, la ambivalencia de la señora Díaz, de Garzón y este cambio de criterio constante del PSOE", ha sentenciado.

Además, ha añadido que "España tiene un problema de gobernabilidad desde hace bastante tiempo", pues lleva mucho tiempo con un "conjunto de políticos inexpertos, frívolos, practicando una política muy frívola". "Menos mal que estamos en la Unión Europea y el gobierno ha rectificado su propuesta inicial frente a esta masacre que está lanzando Putin", ha sostenido.

Y es que, la fisura del Gobierno es enorme, por mucho que desde el PSOE se intente mitigar, pero también saben que a día de hoy Sánchez debe seguir aguantando los reproches de Podemos para seguir en la Moncloa, pues la otra alternativa es dinamitar la coalición, algo que no está dispuesto a hacer.

Podemos se enroca en su postura, pero dulcifica el discurso asegurando que al hablar de los "partidos de la guerra" no se referían al PSOE

Pero los que tampoco quieren dejar de 'pisar moqueta' son los propios morados. Podemos ha asegurado este lunes que no va a salir del Gobierno de coalición pese a las diferencias sobre el envío de armas a Ucrania y ha intentado rebajar la tensión aclarando que su líder, Ione Belarra, no se refería al PSOE cuando ayer criticó a los "partidos de la guerra".

Así lo ha indicado en rueda de prensa la corportavoz estatal de la formación morada, Isa Serra, para garantizar que Sánchez puede contar con el espacio confederal dentro del Ejecutivo, aunque seguirán defendiendo su rechazo a la estrategia de la Unión Europea sobre el envío de material ofensivo a la resistencia ucraniana y reivindicar más peso a las vías diplomáticas.

También ha resaltado que aunque es el socio minoritario del Ejecutivo, su presencia garantiza más "ambición" en sus políticas, y en cuanto a las palabras de Belarra al cargar contra los "partidos de la guerra" aludía al "fervor belicista" que impera en la derecha para que se tome la "escalada bélica" en el conflicto y aludir a la "presión enorme" dentro de la UE por esta vía.

Una rectificación a medias con la que se pretende apagar un incendio ante el que parece que no hay vuelta atrás, pues las posiciones son meridianamente claras. Podemos no quiere armas españolas en Ucrania, pero Sánchez no puede retratarse ante Europa como un rehén de Podemos, aunque lo sea, pues los necesita para seguir en La Moncloa.