| 04 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, y Yolanda Díaz, líder de Sumar.
Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, y Yolanda Díaz, líder de Sumar.

Feijóo no teme a la maniobra de Pedro Sánchez con Yolanda Díaz

En todo caso, que el PP tenga cuidado con las operaciones de La Moncloa porque si por algo destaca Pedro Sánchez es por vender lo invendible y conseguir lo imposible.

| Hugo Pereira España

Pedro Sánchez tiene una última bala en la recámara para revertir la caída libre en la que se ha instalado el bloque de la izquierda -liderado por el PSOE-, ya de forma tendencial, en las encuestas. Se llama Yolanda Díaz y, dicen, es la política mejor valorada.

Sumar, tal y como venimos analizando en ESdiario, es toda una operación -a la desesperada- artificiada en La Moncloa para: 1) acabar con los broncos de Podemos, incapaces de llegar a acuerdos y deseosos de hacerse ver ante un PSOE radicalizado que les está fagocitando; 2) revitalizar el bloque de la izquierda con una mujer, Yolanda Díaz, que cae bien y que puede devolver la esperanza a los desencantados con Podemos; 3) forjar, así, un pacto fácilmente vendible -con el que Sánchez sí dormiría tranquilo- entre el PSOE y el nuevo proyecto aglutinador de la izquierda radical pero que hace odas al consenso, diálogo y a la transversalidad; y 4) darle, en fin, ese juguete electoral a una Yolanda Díaz deseosa de poder y protagonismo público pero, al mismo tiempo, someterla a los designios del sanchismo. Aunque si Yolanda Díaz traicionó a su padres políticos de Podemos, qué no hará con Pedro Sánchez. Tiempo al tiempo.

 

Sumar es una maniobra de La Moncloa para revertir la caída del bloque progresista 

Si bien se trata de una estrategia de Moncloa para sobrevivir al imparable ascenso de Feijóo en las encuestas, tal y como reconoce hasta el socialista Emiliano García-Page, el interrogante es hasta qué punto un perfil como Yolanda Díaz puede perjudicar a un Partido Popular afincado en la moderación que aporta el diálogo, los acuerdos y el sosiego verbal.

Y aunque las formas de perro de presa de Podemos se hayan actualizado en la marca blanca Sumar y promulguen la revolución de las sonrisas, lo que subyace es el mismo populismo de izquierda radical. Mismo perro, distinto collar. Misma ideología, distintas formas. Mismo intento de Mesías, distinta túnica. En suma -nunca mejor dicho-, Sumar por fuera, Podemos por dentro.

Evidentemente, esto no afecta a las intenciones electorales de Feijóo. Lo reconocen en público y en privado desde el Partido Popular. No le preocupa ni lo más mismo a los gurús electorales del PP la nueva fashionaria Yolanda Díaz.

Ningún actual ni potencial votante del PP se planteará votar a Yolanda Díaz. Como tampoco a Pedro Sánchez. Y si lo hubiera sería uno entre un millón, reconocen los de Génova.

Sumar resta al PSOE de Pedro Sánchez

La propuesta de Yolanda Díaz no contempla -sería extremadamente improbable- la opción de sumar electoralmente con el PSOE, sino todo lo contrario: puede Sumar acabar por robarle votos a Pedro Sánchez

En todo caso, la futurible coalición PSOE-Sumar-Podemos no conseguiría contrarrestar la mayoría absoluta que aglutinan PP-Vox. Y de conseguir Sumar absorber a Podemos, la unión PSOE-Sumar haría peligrar un poco más la mayoría absoluta de PP-Vox pero tampoco corresponde un riesgo monumental, tal y como reflejan los recientes sondeos.

Lo que está claro, máxime con la imperante formula d’Hont -la que traduce los votos en escaños-, es que la división no favorece a la izquierda. Y la fragmentación y consecuente lucha por el poder, ya está servida.

En todo caso, que el Partido Popular tenga cuidado con las operaciones monclovitas porque si por algo destaca Pedro Sánchez es por ser todo un animal de marketing político y de supervivencia, esto es, de vender lo invendible y conseguir lo imposible.