¿Puede el Gobierno echar a Rubiales? No es tan fácil y el antecedente de Villar

¿Puede el Gobierno destituir a Luis Rubiales? Echar a un presidente de la Real Federación Española de Fútbol no es tan sencillo porque la RFEF no es un organismo público, sino privado, y su presidente es elegido o destituido por sus asociados, los cuales como hemos visto respaldan a Rubiales en su mayoría.

Sin embargo, sí hay un antecedente de destitución de un presidente de RFEF: la de Ángel María Villar. Y ahora el Consejo Superior de de Deportes, dependiente del Gobierno y quien toma la iniciativa para echar a Luis Rubiales, podría basarse en ese caso, aunque el propio presidente del CSD, Víctor Francos, admitía en rueda de prensa que “el proceso es complicado” y que pueden usarse subterfugios o impugnaciones.

La clave está en el TAD, el Tribunal Administrativo del Deporte. Este organismo se encarga de revisar los actos de todas las federaciones deportivas en asuntos como el dopaje, la disciplina deportiva o la legalidad. Para ello, el CSD debe elevar una denuncia al TAD -como ya ha hecho- y el TAD considerar “falta grave” la actitud de Luis Rubiales.

Para ello, el TAD debe valorar que Luis Rubiales ha cometido una infracción prevista en la Ley del Deporte, y podría suspenderle de manera cautelar hasta que se tome una resolución firme, por lo que Rubiales abandonaría el cargo en la RFEF incluso antes de una decisión firme del TAD. Pero para ello, recordemos, debe haber una infracción grave, y el beso a Jenni Hermoso puede tener difícil encaje como tal, no es el caso de Ángel María Villar que entró en prisión. Eso podría salvar a Luis Rubiales.

El Gobierno mueve ficha con el CSD para echar a Rubiales… que aún podría salvarse

El caso de Ángel María Villar tras ser detenido

En el caso de Ángel María Villar, presidente de la RFEF desde 1988 hasta 2017, fue detenido junto a su hijo en el marco de una operación anticorrupción de la Guardia Civil, acusado de desviar fondos de partidos de la Selección para su enriquecimiento. Villar entro en prisión y salió al poco tras pagar una fianza de 300.000 euros.

Villar fue acusado de administración desleal, apropiación indebida y/o estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares, motivos de sobra para el TAD le abriera expediente y lo suspendiera. Esos delitos no se dan con Luis Rubiales, que no tiene ni una denuncia de la propia Jenni Hermoso, aunque el comunicado de la futbolista negando el consentimiento del beso puede complicarle las cosas.

Otra vía es la moción de censura dentro de la RFEF, que necesita al menos 46 de los 140 miembros tienen que ponerse de acuerdo para destituir a Rubiales. Pero por ahora Rubiales controla la asamblea aunque ya ha empezado el goteo de deserciones y dimisiones desde algunas federaciones autonómicas.

Los clubes de fútbol, los jugadores y los patrocinadores, con sus comunicados, también pueden ejercer presión y provocar una tercera vía, la dimisión motu propio de Luis Rubiales para no perjudicar a la RFEF y al fútbol, aunque Rubiales parece que no está por la labor de esta opción.