Robles relanza las inversiones en el Ejército tras librarse de Iglesias

El sector PSOE del Gobierno respira aliviado por la salida de Pablo Iglesias del Consejo de Ministros y no lo oculta. Dos semanas después de la marcha oficial del vicepresidente segundo, los miembros del Ejecutivo que más han sufrido los vetos y las intromisiones del líder de Podemos en los últimos 14 meses han acelerado algunos de sus planes, constantemente boicoteados por el ahora candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Primero fue, este lunes, el responsable de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, el que desveló su hoja de ruta para la reforma de las pensiones, uno de los casus belli enarbolados por Iglesias a lo largo de toda la legislatura.

24 horas después, este martes y en el segundo Consejo de Ministros sin la presencia del líder morado, ha sido su más declarada enemiga interna en la coalición, Margarita Robles, la que ha acelerado su plan renove para el Ejército, otro de los asuntos que Iglesias ha venido rechazando desde su llegada al poder.

Es el primer paquete de medidas llevadas por la ministra de Defensa a la reunión del gabinete y habrá más. Entre las iniciativas aprobadas este martes está una partida de 250 millones de euros para el relanzamiento del programa Avión EF-200 y 128 millones más para la adquisición de camiones militares todo terreno con cargo a presupuestos futuros.

Esta reprogramación consiste en atender las necesidades de sostenimiento, reposición y modernización de sistemas y equipos intermedios y menores de las Fuerzas Armadas.

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Sobre los camiones militares, el Gobierno ha autorizado a Robles la celebración de un acuerdo  para la adquisición de los mismos para los años 2022 a 2025, prorrogable otros dos años más.

"La adquisición de camiones militares todo terreno es necesaria para el apoyo logístico, tanto en territorio nacional, como en las distintas operaciones en las que participan las unidades de las Fuerzas Armadas", argumenta Defensa.

A propuesta de Robles, el Gobierno ha dado también luz verde a la inversión de 34 millones de euros para el sostenimiento del Sistema Español de Comunicaciones Militares por Satélite (SECOMSAT).

Se trata de una red de comunicaciones militares a larga distancia vía satélite que permite a las fuerzas desplegadas en la península y fuera de ella el acceso a sus órganos de Mando y de Apoyo Logístico a través del Sistema Conjunto de Telecomunicaciones Militares (SCTM) por lo que es de vital importancia para las Fuerzas Armadas, tanto en sus operaciones terrestres como navales.

Robles se ha quitado un peso de encima con la salida de Pablo Iglesias del Gobierno por sus intromisiones.

Por otro lado, el Ejecutivo ha alcanzado un acuerdo por el que se modifican los límites establecidos en el artículo 47 de la Ley General Presupuestaria para adquirir compromisos de gastos con cargo a ejercicios futuros y posibilitar al Ministerio de Defensa llevar a cabo actuaciones contractuales relativas a estudios y trabajos técnicos para el Ejército del Aire.

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Además, el Consejo ha aprobado en su primera reunión sin presencia de Iglesias una inversión de otros 25 millones de euros para incorporar 1.300 vehículos nuevos a la flota de la Guardia Civil a partir de junio de 2022.

Por último, Robles ha logrado el visto bueno a un real decreto que fija que en este cuatrienio el número de efectivos del Ejército será de 21.384, distribuidos en 160 oficiales generales, 7.724 oficiales y 13.500 suboficiales de Fuerzas Armadas.

En mayo pasado, Iglesias provocó un notable malestar en el Ejército al advertir en público a Sánchez de que "ahora no toca gastar dinero en aviones, tanques y material militar en mitad de la pandemia del coronavirus".

"Es hora de empezar a hablar en el marco de la comisión de reconstrucción del Congreso de los Diputados de unos nuevos Presupuestos donde el centro o la clave de gasto sea proteger a la gente y no comprar tanques. Lo tenemos claro", avisó entonces el líder de Podemos a la ministra de Defensa.

Después, todo fueron desprecios y ninguneos a la labor de los militares durante los peores meses de la pandemia en la Operación Balmis.