Un mal paso de Urdangarin vuelve a salpicar a Don Juan Carlos con sus negocios

El reconocimiento de Iñaki Urdangarin de que Don Juan Carlos estaba al tanto de algunas de sus actividades profesionales no le ha hecho ningún favor al monarca emérito. Y eso que su yerno ha puesto empeño en señalar que tan sólo se limitó a pedirle ayuda en algunas ocasiones sin que su suegro interveniese en sus negocios. 

No obstante, la declaración de Urdangarin provocaba un terremoto en el juicio. Uno de los correos electrónicos daba cuenta de los proyectos del Instituto Nóos, en concreto en lo referente al Valencia Summit. El acusado ha reconocido su envío pero el tribunal no lo ha validado, por lo que se ha tenido que suspender la sesión para analizarlo. 

En concreto, Urdangarin ha señalado que en alguna ocasión solicitó ayuda a Don Juan Carlos para traer personalidades. 

El segundo correo ha dado pie a una pregunta sobre la intercesión del monarca emérito en los tratos comerciales. "Ni en los negocios míos ni en los de mi esposa", ha señalado Urdangarin al respecto. Según el acusado, tan sólo se le informó en ese caso concreto porque su afición a la vela. 

La abogada de Manos Limpias, Virgina López Negrete, ha sufrido un reproche por parte del tribunal al haber incluido dichos correos, no admitidos como pruebas, en la vista. La presidenta, Samantha Romero, ha advertido que se consideraría un error pero que se tomaría medidas si volvía a repetirse. 

En todo caso, la declaración de Urdangarin también ha señalado como enlace con Zarzuela al secretario de las infantas Carlos García Revenga y, en menor medida, al abogado del monarca José Manuel Romero. Hay que recordar que en la sede de la Jefatura del Estado se cerraron contratos con lo que se ha considerado la trama valenciana de Nóos. 

También ha reconocido que el equipo de seguridad de Zarzuela hacía barridos periódicos en los teléfonos y ordenadores de la empresa.

Además, Urdangarin ha negado que los cargos a la tarjeta Visa de su sociedad en gastos de peluquería, cosmética y supermercados fueran realizados por la Infanta Cristina, a la que incluyó por un "tema de confianza" y que sólo tenía un "vago" conocimiento de sus operaciones. 

Su esposa, según el acusado, nunca usó la tarjeta porque estaba custodiada por él y los cargos fueron realizados por empleados que conocían la clave.