El partido de Artur Mas y heredero del de Jordi Pujol se plantea echar el cierre

Los últimos resultados electorales han llevado al PDeCAT a plantearse seriamente su futuro más próximo. Tras los fracasos en las urnas en el 2021 y en el 2023, el partido que en su día dirigió Artur Mas y con el que intentó recuperar la presidencia de la Generalitat tras sus 6 años como presidente está en la cuerda floja. Una formación heredera de la Convergència i Unió (CiU) del también expresidente Jordi Pujol y a la que también han estado afiliados Carles Puigdemont, Santi Vila, Jordi Turull o Joaquim Forn.

Carles Puigdemont y Artur Mas.

Fuentes de la formación nacionalista catalana han asegurado a Europa Press que en el mes de septiembre se convocará una asamblea extraordinaria para decidir si continúan con su actividad política o echan el cierre tras los últimos acontecimientos. Se dan de plazo el mes de agosto para, afirman, reflexionar sobre qué es lo más indicado. Y es que, tal y como han expresado estas mismas fuentes, aunque no tengan prisa se ven en la obligación de sentarse y analizar seriamente su estado actual.

En gran parte dependerá, como suele habitual, de la salud económica del partido que ahora preside David Bonvehí pero que tiene a su secretario general adjunto, Marc Solsona, y su secretario de Organización, Genís Boadella, como sus mayores caras visibles. En 2021, tras no haber logrado representación parlamentaria en las elecciones catalanas, se eligió esta nueva cúpula directiva. Defienden que en las últimas dos campañas, fallidas en cuanto al resultado en las urnas, no han tenido “ni gasto ni deuda”.

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Artur Mas avisó del posible descalabro

Artur Mas, su líder más representativo, avisó de que no era buena idea presentarse en solitario a las elecciones de 2023 en vez de en coalición con Junts, tal y como sí hicieron en 2019. Por entonces consiguieron, entre ambos, ocho diputados. En esta ocasión decidieron presentarse en solitario como PDeCAT-Espai CiU con una candidatura encabezada por el independiente Roger Montañol. Sin embargo, después de los comicios, ha perdido los cuatro escaños que tenía en el Congreso al no alcanzar el 1% de los votos.

La mayor baza que argumentan y a la que se agarran es que, a pesar de no estar presentes ni en el Parlamento catalán ni en el Congreso de los Diputados, tienen alcaldes, concejales, representación en consejos comarcales y en la Diputación de Lleida. Algo que consideran que demuestra que el partido tiene todavía su espacio electoral. Veremos lo que pasa a las vueltas de las vacaciones con esa asamblea que por el momento no tiene fecha en el calendario.