Sánchez renueva discurso y se distancia de ERC para iniciar 2023

En este 2023 veremos la enésima versión de Sánchez, con la vista puesta en las elecciones y el relato convenientemente “retocado”, de acuerdo con “la nueva realidad”, como gustan referirse en su entorno a todos los obstáculos que se le plantean para seguir al frente del Ejecutivo.

En este 2023, Pedro Sánchez, convencido de que el PP y Alberto Núñez Feijoo van a seguir poniendo el dedo acusador sobre sus acuerdos parlamentarios con ERC y Bildu, dará por enterrada la famosa mesa de diálogo con el Gobierno de Cataluña y mantendrá su discurso: “El procés ha muerto”. Sánchez hace suya la frase sin olvidar citar siempre el copyright.

En cada conversación informal que ha mantenido el presidente del Gobierno con los medios de comunicación, en los últimos días, antes de la aprobación del último paquete de leyes y reformas polémicas acometidas por el Gobierno, con el apoyo de izquierda e independentistas, Pedro Sánchez no ha olvidado citar al autor de aquel certificado de defunción del Procés. Fue el exsecretario general
de Junts, Jordi Sánchez, quien lo proclamó y Pedro Sánchez quien, frente a quienes señalan que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, vuelve a la carga hablandode  consultas y referéndums reivindica la sentencia lapidaria del otro Sánchez.

Atrás quedan para Pedro Sánchez indultos y retoques estratégicos en el Código Penal. Su mantra, en este año 2023 va a ser “El procés ha muerto”, su relato será que todo loque se ha hecho ha sido para buscar un encaje y una fórmula de convivencia en Cataluña y, como muestra, echará mano de la comparación entre la Cataluña actual y la de 2017, con los contenedores ardiendo y las Fuerzas de Seguridad tratando de sofocar las múltiples algaradas callejeras. Sin embargo, conscientes en su entorno de que el PP, Cs y Vox van a seguir advirtiendo contra la posible celebración de un referéndum ilegal en Cataluña -pese a que ninguno de los preceptos constitucionales lo ampare ni exista forma de modificar la Constitución sin los votos del PP- el presidente y todo el coro socialista tienen preparada réplica, tal como comentaba un dirigente socialista a EsDiario recientemente: “eso lo dice la derecha, que aspira a ganar unas elecciones metiendo miedo y vociferando que España se rompe, cuando loún ico que está roto es el independentismo”, en alusión a la ruptura del gobierno catalán y las pésimas relaciones entre ERC y Junts (o lo que queda de ellos).

“No hay margen para mesas camilla ni manitas por debajo del mantel, al menos hasta que se conozcan los resultados de las elecciones municipales, donde ERC se juega mucho en Cataluña, y los socialistas, también, allí y en el conjunto de España”

Ese es el mensaje que esgrimirá Sánchez y todos los dirigentes socialistas en esta temporada 2023. Y, conforme avancen los meses, se irá haciendo más creíble, puesto que no habrá ya más “mesa de diálogo” entre Gobiernos para pactar nada (ni referéndums, ni nada). “En ERC lo saben – aseguran los socialistas- y lo aceptan”. Es parte del juego electoral que se les viene encima. Mientras la marca catalana del PSOE, el PSC, aspira a recuperar plazas como el ayuntamiento de Barcelona, en detrimento de Ada Colau y frente a Ernest Maragall, o a defender la de Santa Coloma de Gramanet, Gabriel Rufián, se mantendrá como portavoz de su Grupo (ERC) hasta el último suspiro y en posición de ataque a sus principales rivales, los socialistas.

No hay margen para mesas camilla ni manitas por debajo del mantel, al menos hasta que se conozcan los resultados de las elecciones municipales, donde ERC se juega mucho en Cataluña, y los socialistas, también, allí y en el conjunto de España. Según fuentes del PSOE, en los cálculos de Sánchez cabe la posibilidad de una victoria en votos, o una derrota por un estrecho margen, lo que supondría un auténtico balón de oxígeno para
el presidente del Gobierno, que irá a las elecciones generales medio año después, con la intención de conseguir mantenerse al frente del Gobierno.

Socialistas y ERC no se dicen “adiós”, sino “hasta luego”, porque si en algún momento existe una opción de que Pedro Sánchez se mantenga al frente del Ejecutivo, pasa, entre otras cosas, por los votos afirmativos de ERC en una futura investidura. Los quebraderos de cabeza de Sánchez, en este momento, proceden más bien de sus socios de Podemos y del duelo al sol que mantienen Yolanda Díaz y las ministras Ione Belarra e Irene Montero, con Pablo Iglesias en la sombra.