| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez,  junto al secretario general del PSE-EE y candidato a Lehendakari, Eneko Andueza.
El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto al secretario general del PSE-EE y candidato a Lehendakari, Eneko Andueza.

Pirueta ideológica del PSOE en el País Vasco: Sánchez al filo de la Constitución

La estrategia de Pedro Sánchez para su candidato, Eneko Andueza, pasa por pedirle a los votantes que asuman varias contradicciones. Una de ellas, la relación del propio PSOE con Bildu.

| Benjamín López España

El PSOE vasco está de capa caída en las encuestas, con un nuevo líder que no ha tenido demasiado tiempo para darse a conocer ni para dejar su sello, con un horizonte en el que tendrá que elegir entre papá y mamá -entre el PNV y Bildu-, y con un programa electoral en que asume algún postulado que le deja en el "extrarradio de la Constitución", que diría Emiliano García-Page.

Sobre esto último, el lema de los socialistas, "cambia el guion", parece más una descripción o una declaración de intenciones. Ferraz ha ordenado a Eneko Andueza disfrazarse de nacionalista para disputarle el voto de izquierda a un Bildu al alza, al que las encuestas dan como posible ganador de las elecciones.

Para muestra, un botón. El PSOE vasco defiende en su programa electoral arrinconar el castellano. Solo el euskera, afirma, es la "lengua propia" del País Vasco: En esta misma lógica avala la imposición del euskera en la administración vasca y en la enseñanza, de tal manera que se elimine al castellano de los colegios.

Esta propuesta, que firmaría hasta Bildu, deja al PSOE vasco con un pie y medio fuera de la Constitución, que establece que la lengua común oficial en toda la nación es el castellano y cercena el derecho de cualquier ciudadano a relacionarse con la administración en castellano. Además va en contra de las múltiples sentencias del Tribunal Constitucional que establecen el derecho de los padres a elegir en qué lengua quieren que se eduquen sus hijos.

La relación con Bildu: contradicciones y promesas increíbles

Eneko Andueza busca su espacio propio, es evidente, aunque para ello tenga que entrar en contradicciones ideológicas y en promesas difíciles de creer a tenor de los antecedentes. La relación de los socialistas con Bildu es probablemente el mejor ejemplo. Andueza se ha cansado de repetir en muchas ocasiones que no harán lehendakari al candidato abertzale, aunque admite que el PSOE sí estaría dispuesto a recibir los votos de Bildu en una hipotética investidura que se antoja imposible, por cierto.

Es difícil de entender por qué se pueden admitir los votos de Bildu pero no se puede apoyar a ese partido en una investidura. Tan incoherente resulta que hay que ponerlo necesariamente en cuarentena. Sobre todo cuando el PSOE ya ha entregado a Bildu la alcaldía de Pamplona, por ejemplo, y no ha tenido ningún reparo en convertir a ese partido proetarra en uno de los socios preferentes de Pedro Sánchez. Lo que es admisible en Madrid y en Pamplona no lo es, al parecer, en el País Vasco. Muy difícil de entender y de creer.

 

Es más, el candidato a Lehendakari del PSOE afirma que su partido es "el dique" que va a impedir que los de Otegi se hagan con el Gobierno vasco. Dentro de la lógica que ha llevado a Pedro Sánchez a pactar con Bildu en Madrid y en Pamplona el votante se preguntará con razón por qué hay que impedir que Bildu llegue al poder, qué tiene de malo ese partido que, en palabras del ministro de Transporte, Óscar Puente, mano derecha de Sánchez, es un "partido progresista democrático" que tiene "derecho a hacer vida política como los demás". No encaja eso con la necesidad de construir un dique que impida que lleguen al Palacio de Ajuria Enea.

Más bien cabría pensar que estamos ante otro engaño electoral más de Pedro Sánchez, empezando por su promesa de no pactar jamás con Bildu ni con los independentistas catalanes a los que nunca iba a dar una amnistía porque es inconstitucional. Creer ahora que el PSE no hará Lehendakari al candidato de Bildu si eso beneficia a Sánchez es un ejercicio de ingenuidad que debería resultar indigesto incluso para el votante socialista más acérrimo.