Receta fácil y rápida de buñuelos de calabaza

Estos esponjosos bocaditos llenan estos días los escaparates de todas las pastelerías, pero no son baratos. Nos sale más a cuenta hacerlos nosotros

Estos esponjosos bocaditos llenan estos días los escaparates de todas las pastelerías. Ya sean rellenos de chocolate, nata, crema pastelera, manzana, cabello de ángel, o simplemente elaborados con masa de calabaza, es uno de los postres más representativos de estas fechas.

Su precio no es precisamente barato, por lo que optar por la opción de prepararlos en casa va hacer que te ahorres un buen dinerito ya que en algunos sitios se puede llegar a pagar más de un euro por pieza.

Los buñuelos de viento en general son muy fáciles de hacer y estos de masa de calabaza lo son todavía más, ya que al no ir rellenos te quitas de complicaciones y tiempo. Su masa suavemente dulce está impregnada del sabor de la calabaza con un toque de naranja, canela y limón.

Receta de buñuelos de calabaza

Ingredientes para 40 buñuelos

300 gramos de calabaza fresca sin piel ni pipas

150 gramos de harina de trigo

5 gramos de levadura en polvo

25 gramos de azúcar blanca

½ cucharadita de canela en polvo

2 yemas de huevo

2 claras de huevo

Piel de dos limones

Ralladura de una naranja

pizca de sal

Aceite de oliva

Elaboración:

1.- Pon a cocer la calabaza cortada en dados con la piel de un limón hasta que esté completamente blanda.

2.- Vuelca el resultado en un colador de malla fina para eliminar el exceso de agua y con ayuda de un tenedor aplasta hasta conseguir la consistencia de un puré.

3.- En un recipiente combina la harina tamizada con la levadura y la canela. Agrega dos yemas de huevo, la ralladura de naranja, la del segundo limón y el azúcar. Mezcla hasta conseguir una masa homogénea.

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4.- Monta las dos claras de huevo con una pizca de sal hasta un punto firme.

5.- Con ayuda de una espátula ve integrando las claras poco a poco a la masa con movimientos suaves y envolventes de abajo hacia arriba para crear esponjosidad y que no pierda el aire que aportan las claras montadas.

6.- Una vez estén bien integradas pon a calentar abundante aceite de oliva en una cazuela.

7.- Con ayuda de un dispensador de helado o una cuchara honda, coge parte de la masa y déjala caer en el aceite caliente. No llenes demasiado la cazuela porque enseguida se inflan y doblan su tamaño.