Los trenes del norte tardan una hora más por trayecto con Sánchez que con Aznar

El Gobierno de la gente tiene un extraño récord tras cinco años de mandato: los trenes regionales del norte tardan una hora más en su recorrido que bajo la presidencia de José María Aznar (1996-2004).

Sánchez añade una hora extra de viaje en los trenes regionales norteños sobre Aznar. Por tanto, un ida y vuelta suma dos horas más que hace casi un cuarto de siglo.

Esto hace que la reciente oferta sanchista de billete gratis resulte inútil para muchos viajeros: no les da tiempo a volver en el mismo día en medias distancias. Y esto ocurre mientras Transportes ha gastado bajo mandato socialista más de 140 millones en publicidad.

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Plataformas de usuarios del ferrocarril han entregado a la ministra de Transportes un informe que detalla las carencias que sufre la población de Galicia, Cantabria, Asturias y País Vasco en sus comunicaciones ferroviarias. El descenso a sus detalles es brutal:

-"Un tren Ferrol-Oviedo duraba en 1999 seis horas: hoy 7 horas y 25 minutos". Una hora y 25 minutos más.

-"Un tren Oviedo-Santander en 1999 tomaba 4 horas y 15 minutos; hoy 5 horas y 30 minutos". Una hora y 15 minutos más.

-"Un tren Santander-Bilbao en 1999 consumía 2 horas y 20 minutos; hoy 3 horas y 10  minutos". 50 minutos más. A veces 57.

-“Un tren Bilbao-León en 2003 precisaba 7 horas; hoy 8 horas”. Una hora más.

Horario actual Santander-Bilbao: más de tres horas para 74 kilómetros. 

Este diario ha cotejado el historial de horarios. Coinciden con lo denunciado. Sánchez añade una hora extra de viaje en los trenes regionales norteños sobre Aznar. Por tanto, un ida y vuelta suma dos horas más que hace casi un cuarto de siglo. No es de extrañar con “velocidades entre 30 y 10 kilómetros por hora, frente a los 50 a 70” de antaño.

 Pedro Sánchez, con la ministra de Tranportes, Raquel Sánchez.

El accidente del Alvia en 2013 priorizó la seguridad. Diez años después es la excusa. Oculta que lo que ralentiza el viaje norteño es la falta de inversiones para mejorar y duplicar líneas, suprimir zanjas, curvas pronunciadas y pasos a nivel (“105 entre Bilbao y Santander”), y el uso de trenes regionales como cercanías con parada en todas las estaciones. Dura igual viajar en tren de Santander a Bilbao (74 kilómetros) que de Madrid a Barcelona (506 kilómetros).

Y seguirá ocurriendo con los costosos trenes gordos, según los denunciantes, mientras no se cambie el tendido. Pero Transportes compra primero bólidos y luego la pista de carreras. El regalo de la ministra de Transportes, Raquel Martínez, para compensar la demora de los trenes gordos (tarifa free) resulta inútil. Un ida y vuelta Santander-Bilbao quema 6 horas y 20 minutos de una jornada laboral, más tiempo de acudir a la estación y de espera en ella.

Ni siquiera es posible el viaje en el día apurando horarios, según los denunciantes. Véanse sus ejemplos. El tren sale de Ferrol a las 8.20 y llega a Oviedo a las 15.42. Y de regreso el último sale de Oviedo a 14.18 horas. El tren sale de Santander a las 8.29 h. y llega a Oviedo a 13.56 h. De regreso el último sale de Oviedo a 14.44 h. Y Bilbao-León solo hay uno de ida y otro de vuelta al día. No hay opción con un viaje que dura 8 horas.

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La jornada laboral se quema en el tren de ida. Apena deja, en el mejor de los casos, 45 minutos libres antes de la vuelta. Por tanto, toca pernoctar. Una cita de trabajo sale a precio de finde. Renfe honra a Marco Polo: salió con 17 años y llegó a la madurez a destino.

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Los usuarios norteños demandan “comprar más trenes de los que contempla el contrato [de los 31 trenes gordos], porque aun ampliando la cantidad como estipula el contrato se quedan cortos”. Y “nuevos sistemas de información en las estaciones que permitan tener al viajero informado de las incidencias que se puedan ocasionar”. Por ejemplo: “próximo tren con salida a León no cabe por el túnel”, o “31 trenes contratados en 2020 tienen una demora de tres años”.

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Piden un sinfín de mejoras. Más interventores, mejor mantenimiento para evitar averías, eliminar curvas pronunciadas, duplicar y mejorar tendido ferroviario.

“Todo esto que solicitamos ya tiene estudios hechos y pagados por el Ministerio y está publicado en BOE, solo hace falta ejecutarlos. Queremos un servicio público de calidad en la red de ancho métrico que vertebre el norte de España”.

La jornada laboral se quema en el tren de ida. Apena deja, en el mejor de los casos, 45 minutos libres antes de la vuelta. Por tanto, toca pernoctar. Una cita de trabajo sale a precio de finde.

Pero la ministra está más ocupada rebanando cabezas de subalternos que curvas. Y salva sus escollos en las vías con 37 millones de publicidad en 2023. Esto impide a la prensa ver el final del túnel.