El presentador tuvo que competir con la final del "reality" de Telecinco pero también puso de su parte con una edición especial de su programa que no cosechó el visto bueno del público.
La televisión es cruel y un simple descuido pasa factura. El ejemplo más palmario lo puso Bertín Osborne. Tras meses liderando el prime time del jueves, su programa en La 1 de TVE metió la pata y eso se dejó sentir en las audiencias del jueves.
Y es que el formato, que en esta ocasión presentó al propio Bertín en conversación con su esposa Fabiola, perdió fuelle en comparación con los datos de las semanas anteriores.
De hecho, el programa fue la segunda opción en su franja con un 13,7% de cuota media de audiencia. Una cifra alejada de la que obtuvo la semana anterior, un 18,9%, con la visita de Alaska y Mario Vaquerizo.
Además, Bertín tuvo que competir con la final de Gran Hermano 16 que dio la victoria a Paula y que fue líder de la noche con un 24,6%.
En comparación, la final de la edición número 16 tampoco estuvo tan boyante como la de la número quince, que obtuvo un 27,7%.
Pero al menos Telecinco pudo presumir de quedarse con el liderazgo de la noche.