Orestes, “con el agua al cuello” en la prueba de “El Rosco” por culpa de Rafa

Este jueves se vivió uno de los momentos más tensos y, porqué no decirlo, histórico en Pasapalabra. El protagonista fue el concursante Rafa Castaño, que en la prueba de "El Rosco" acertó 17 palabras consecutivas, haciéndole ver como una realidad conseguir el bote. Pero esto tenía una parte más amarga para Orestes, el otro concursante, quien vio posible su eliminación, la cual no entraba todavía en sus planes.

“Nunca había estado, en 190 programas que llevo aquí, tan con el agua al cuello. Estaba como diciendo 'bueno, pues ya nos despedimos de esto'”, confesó el concursante burgalés, que no dudó en rendirse ante Rafa por su hazaña, felicitándole por el gran "rosco" que había hecho: " Esa de la 'F' ha sido espectacular. Y nada, Rafa, que te felicito. Intentaremos hacer lo que podamos, ya por honor. A ver si hacemos 22, por lo menos”, añadió Orestes, que finalmente se quedó en 21 aciertos.

Rafa, 24 aciertos frente a 21 de Orestes

El concursante sevillano se quedó en 24 aciertos y a una respuesta correcta del bote. En su primera racha, consiguió 5 aciertos consecutivos. A estos, sumaría los 17 que consiguió de una tirada y luego, otros dos: la Z y la F por la que le felicitó Orestes.  Cuando Roberto Leal, presentador del programa, pronunció por segunda vez “superficie auxiliar del ala del avión ajustable en vuelo cuya misión es incrementar su sustentación”, Rafa se la jugó con 'Flap', dando en el clavo. 

Tan sólo le quedaba una letra, la Y, para hacerse con el bote de 1.252.000 euros. El enunciado de esta pregunta decía: “Incluye la Y. Apellido del atleta que ganó la medalla de oro en la prueba de Decathlon en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008”. El concursante se dio el gusto, incluso, de bromear, asegurando que se había mirado los "medallistas de petanca". Con 46 segundos para contestar, Rafa optó por responder "Gary", aunque la respuesta correcta resultó ser "Clay". 

Este error fue un salvavidas para Orestes, que le ofrecía la oportunidad de seguir en Pasapalabra, pero que dejó un mal sabor de boca en el sevillano. Para aliviar tensiones, el burgalés decidió, en esta ocasión, regalar un poema compuesto a partir de los nombres de los invitados y no con un chiste, como nos tiene acostumbrados.