La nueva España "plurinacional" de Sánchez supondría una legislatura al límite

Si finalmente Pedro Sánchez logra seguir en La Moncloa, repetición electoral o no mediante, está claro que la legislatura no será un camino de rosas debido a un Congreso “progresista” que estará al servicio del vale todo con tal de que el líder socialista siga en el poder. Así lo expresa en su artículo de cada lunes en La Razón el director de ESdiario, Antonio Martín Beaumont, que dibuja un escenario donde todos los socios se darán codazos defendiendo sus intereses, creando un clima realmente difícil de sostener.

Para empezar, el caso de los independentistas, a los que Sánchez debe complacer para conseguir ese objetivo. Y es que, tal y como expresa Beaumont, “no parece que haya dudas del peaje que van a pedir los independentistas a Pedro Sánchez necesitado de gobernar”. Y para ello, sería necesario “reinterpretar la Constitución para diluirla” y asentar la nueva España “plurinacional”. Así lo definen desde el progresismo de nuestro país. Además de esa amnistía para el procés que desde el socialismo rebautizan como “alivio penal”.

Con todo y con ello, si Feijóo no logra la investidura (algo que parece lejano a estas alturas) y Sánchez consigue recabar los apoyos necesarios, arrancaría una legislatura que el director de ESdiario define como “camino tortuoso”. La primera muestra sería que el frente “Frankenstein Plus” no va a tener Presupuestos Generales a pesar de que la ministra María Jesús Montero asegure que ya trabajan en ellos.

Todo ello teniendo en cuenta que desde Bruselas aprietan para cumplir con, entre otras cosas, la renovación del CGPJ. “Y poner a Puigdemont al timón de la política española va a suponer seguramente colocar al zorro al cuidado de las gallinas de la independencia judicial”, afirma Beaumont, que también pone sobre la palestra la ley de la Corona, asegurando que “legislar junto a los que buscan derribar a Felipe VI no parece la mejor idea”.

Tampoco sería fácil legislar sobre los asuntos que “conciernen a los compromisos de inversión militar y a las relaciones con la OTAN siendo Sumar y sus diecisiete partidos radicales antimilitaristas una de las patas de la coalición gubernamental”. Además, con este panorama llegaría un 2024 marcado por las elecciones autonómicas en el País Vasco, Galicia y posiblemente Cataluña, con los principales partidos en estas regiones implicados de lleno a nivel nacional.

Sánchez se quita la careta y enseña el plan para pactar con Puigdemont

Por ello, Beaumont cree que serían tiempos convulsos porque cuando “el progresismo se enfrenta lo hace de verdad” y los codazos entre todos ellos estarían a la orden del día. La cita el 26 de septiembre con el debate de investidura de Feijóo será el primer gran escaparate para ver por donde andan los tiros, aunque el director de ESdiario también apunta otra fecha clave: la Diada.

Una cita que llega “con la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y los sectores independentistas más radicales dispuestos a presionar a Puigdemont para que no se abrace a Sánchez si no es a cambio de pagar la máxima factura: amnistía y autodeterminación”. Y es que, la sombra del término traidor sobrevuela al fugado líder de Junts y viene por parte de los suyos.