Adiós al motor: el nuevo impuesto de circulación en Madrid solo mirará tus emisiones
La ciudad vinculará el impuesto de circulación al nivel de emisiones de los vehículos para impulsar una movilidad sostenible

El impuesto de circulación en Madrid se calculará en 2026 en función del distintivo ambiental, como este de categoría C.
Madrid da un paso decisivo hacia una movilidad urbana más limpia. A partir del 1 de enero de 2026, el impuesto de circulación dejará de calcularse en función del motor del vehículo para basarse exclusivamente en el distintivo ambiental que otorga la DGT. La medida, impulsada por el Ayuntamiento dentro de su nueva estrategia fiscal, supone un giro inédito en España hacia un modelo alineado con la realidad medioambiental de cada coche.
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Las flotas sostenibles tendrán premio: un 50 % menos si se renuevan con criterio
Uno de los puntos más ambiciosos del nuevo sistema es su impacto en las grandes flotas empresariales. Las compañías que operan en Madrid y registren sus vehículos en la capital podrán acceder a una bonificación del 50 % en el IVTM, siempre que apuesten por vehículos CERO, ECO o etiqueta C, y renueven parte de su flota anualmente por unidades menos contaminantes.
Esta medida no solo incentiva la transición ecológica del sector logístico, sino que también busca acabar con una práctica extendida: matricular vehículos en municipios con tipos impositivos más bajos a pesar de operar en Madrid.
Del motor a las emisiones: el nuevo criterio que determinará lo que pagas
Hasta ahora, el impuesto de circulación se calculaba en función del tipo de combustible (gasolina, diésel) y la potencia del motor. Pero el Ayuntamiento considera que ese modelo está "obsoleto" y no refleja el impacto real de cada vehículo sobre la calidad del aire.
Por eso, a partir de 2026 se sustituirá por un sistema basado íntegramente en la etiqueta ecológica de la DGT, que clasifica los coches según sus emisiones: desde los CERO hasta los que no tienen distintivo.
Engracia Hidalgo, delegada de Hacienda, ha explicado que esta reforma "se trata de una medida pionera en España que permitirá ajustar mejor el impuesto al nivel real de emisiones de cada vehículo."
Híbridos enchufables: el umbral de los 40 km eléctricos será decisivo
No todos los híbridos enchufables recibirán el mismo trato. El nuevo sistema fiscal incorporará ajustes específicos según su autonomía eléctrica, y tomará como referencia un umbral mínimo de 40 kilómetros de recorrido sin emisiones para establecer las bonificaciones.
De este modo, no solo se promueve la compra de tecnologías eficientes, sino también el uso real de sus capacidades ecológicas.
El nuevo IVTM se alineará con la tarifa SER: coherencia en clave ecológica
El cambio no llega en solitario. El Ayuntamiento busca unificar criterios entre todos sus sistemas fiscales vinculados a la movilidad. El nuevo IVTM se alineará con el modelo ya aplicado en la tasa del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), donde los precios también dependen del distintivo ambiental del coche.
Esto consolida un marco normativo que castiga a los vehículos contaminantes en todos los frentes: aparcamiento, circulación y fiscalidad.
Fiscalidad ambiental en acción: quien más contamina, más paga
La reforma se enmarca dentro del plan de ordenanzas fiscales para 2026 y responde a un principio claro: quien contamina, asume más carga fiscal. Según fuentes municipales, esta transformación busca acelerar la renovación del parque móvil y dar un espaldarazo definitivo a los vehículos eléctricos e híbridos.
El Ayuntamiento prevé aprobar esta modificación antes de que acabe el año, para que entre en vigor el 1 de enero de 2026.