A Jésica le pagaban hasta el tabaco y las medicinas y señala que Ábalos le instó a cobrar sin trabajar

Siguen saliendo a la luz detalles de la declaración de Jésica, la amiga íntima de José Luis Ábalos, en el Tribunal Supremo, donde el ex ministro no sale muy bien parado. En el tema de la contratación de Jésica por dos empresas públicas “a las que no iba a trabajar”, la sobrina de Ábalos llega a admitir que en una de ellas, Tragsatec, no sabía ni donde estaba la oficina ni el puesto de trabajo.

"¿Las oficinas de Tragsatec, que no tiene ni idea de dónde estaba su puesto de trabajo teórico?", incidió el fiscal a Jésica. "No, de verdad, que he intentado recordar. He intentado y es que no sé, no lo recuerdo", señala la amiga de Ábalos. Jésica también declara que "no tenía ningún interés en el trabajo, pero me dijo el señor José Luis que era conveniente que trabajara".

"No tenía usted interés en el trabajo porque tampoco tenía que trabajar, podría tener interés en cobrar la nómina, que supongo que interés sí que tendría, por poco que fuera", pregunta el fiscal, a lo que Jésica responde con un "sí". En la otra empresa en la que le colocaron, Ineco, la amiga de Ábalos relata que recogió un ordenador portátil e hizo un curso online de riesgos laborales y "me dijeron que tenía que estar a la espera de que Joseba, el hermano de Koldo, me dijera", pero le dijo "que estaba todo bajo control" y que no fue a trabajar, aunque "sí fichó semanalmente".

Jésica también cuenta cómo acabó en el piso que pagaba la trama Koldo. Cuando empezó su relación con Ábalos compartía piso con unas amigas, lo que impedía que el ex ministro fuera a su casa a tener relaciones, así que "me dijo que cogiera un piso, que a mí me gustara", y Jésica escogió el de la Plaza de España "porque estaba cerca de Ferraz -sede del PSOE- y de la universidad". "Koldo García fue el que se puso en contacto conmigo", indica que las gestiones las hacía el entonces asesor de Ábalos.

Koldo García además se encargaba de todo según Jésica, "siempre gestionaba todo, o sea, hasta incluso si tenía que ir a comprar tabaco o medicamentos". La chica asumió que el alquiler lo pagaba Ábalos, "como todo lo que siempre yo tenía. O sea, si me regalaban unas flores, aunque me las trajera el señor Koldo, eran del señor Ábalos". Al final, Jésica se fue del piso tras cortar con Ábalos porque "había prometido que se iba a divorciar, pero no lo hizo escudándose en que mientras fuera ministro no se iba a divorciar porque eso era un escándalo". "Yo no quería ser el segundo plato de nadie", concluyó Jésica.