Pablo Iglesias se convierte en lo que siempre odió: de afamado político a "empresario pirata"
Multas por exceso de aforo, acusaciones de explotación y acoso laboral... los trabajadores de la Taberna Garibaldi y Canal Red han alzado la voz contra el exfundador de Podemos por su trato a la clase obrera.

El exvicepresidente y exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
Lo que un día fue discurso incendiario contra "la casta", hoy es sanción administrativa por actuar como ella. Pablo Iglesias ha pasado de conocido político a "empresario pirata". Así lo ha definido el delegado de Urbanismo, Movilidad y Medioambiente del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, que no ha dudado en señalar al exvicepresidente del Gobierno como ejemplo paradigmático de los "empresarios pirata" que operan al margen de la legalidad urbanística en la capital.
"Hemos sancionado con 4.500 euros a Pablo Iglesias por contravenir la normativa urbanística en la Taberna Garibaldi, por superar el aforo y poner en riesgo la seguridad de las personas", ha denunciado Carabante durante el Pleno de Cibeles, celebrado en el marco de un debate sobre la proliferación de Viviendas de Uso Turístico (VUT). El caso se ha convertido en un símbolo de la contradicción entre lo que Iglesias defiende en la política y lo que hoy representa como empresario.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, remachó la semana pasada la cuestión recordando que Iglesias "no está al margen de la ley" y que "tiene que cumplir las normas como todo hijo de vecino". Almeida no desaprovechó la ocasión para subrayar el símbolo que representa la caída ética del exdirigente: "Quien vino a regenerar la política ha acabado ignorando las reglas del juego cuando le toca aplicarlas en su propio negocio".
El propio Iglesias ha respondido a Carabante a través de un mensaje en X, asegurando que el edil es uno de los "más contestados" por los movimientos vecinales" de Madrid. "Me llama 'empresario pirata'. Es inaudito el nivel de desvergüenza", ha respondido en la red social.
Acusaciones de explotación laboral en la Taberna Garibaldi y problemas también en Canal Red
La infracción detectada por el consistorio (tener a 55 personas en un local autorizado solo para 45) se suma a un historial reciente que deja muy tocada la imagen del exlíder morado. En enero, varios empleados de la propia Taberna Garibaldi denunciaron sus condiciones laborales: jornadas maratonianas de hasta 80 horas semanales, salarios por debajo del mínimo legal y una ausencia de medidas de seguridad.
Las quejas derivaron en la afiliación de parte de la plantilla al sindicato CNT, que acusó al entorno empresarial de Iglesias de "explotación encubierta" e "hipocresía estructural", lo que terminó de erosionar la ya maltrecha coherencia entre discurso y práctica del antiguo azote de empresarios.

España
El desesperado Pablo Iglesias por sacar dinero para su bar recurre a Rufián para mendigar
Enrique Martínez Olmos
El exfundador de Podemos también habría recibido una denuncia por acoso laboral por parte de Sergio Gregori, periodista y fundador en su día del Canal Red, la televisión de Iglesias. Las discrepancias entre ambos llevaron al exvicepresidente del Ejecutivo a prescindir de su trabajador por su posición más cercana a Sumar que a Podemos.
El denunciante señala que le realizaron una campaña de odio en redes procedente de perfiles partidarios del partido morado y cercanos al ex líder de la formación y actual director de Canal Red. Su acercamiento a las posturas de Sumar también podrían haber influido en su despido.