Felipe González desmonta a Sánchez con doce verdades incómodas sobre su gestión
El expresidente del Gobierno Felipe González
Felipe González ha vuelto a situarse en el centro del debate político con unas declaraciones muy críticas hacia el presidente Pedro Sánchez. El expresidente del Gobierno enumeró, en un acto celebrado este viernes. lo que consideró “doce verdades incómodas” sobre la gestión del actual Ejecutivo, subrayando la falta de transparencia y la concentración de poder.
González criticó que el Gobierno no esté cumpliendo con las normas básicas de transparencia, afirmando que “solo el poder importa y no la rendición de cuentas”, una frase que ha sonado como un misil en los balcones de Ferraz. Para él, este enfoque supone un riesgo para la credibilidad institucional.
El exlíder socialista también señaló que la toma de decisiones dentro del PSOE se realiza “sin consultar a los órganos pertinentes” y que muchas de las medidas adoptadas parecen más orientadas a mantener el control interno que a responder a las necesidades de los ciudadanos.
Asimismo, González subrayó que la estrategia del Ejecutivo genera conflictos internos y debilita la cohesión de la administración pública. “Cuando se prioriza la fidelidad sobre la competencia, se pagan costes graves en gestión y en reputación”, apuntó con contundencia, en referencia a nombramientos y designaciones polémicas.
Consecuencias negativas
El expresidente alertó de que esta dinámica podría tener consecuencias políticas severas. “La sociedad percibe que las normas no se aplican igual para todos y eso erosiona la confianza en las instituciones”, dijo, reforzando su argumento sobre la importancia de la transparencia y la ética en la política.
En otro momento de su intervención, González recordó que la historia política española ha demostrado que “la concentración excesiva de poder sin mecanismos de control genera más problemas que soluciones”, advirtiendo al Gobierno de la necesidad de escuchar a la oposición y a los ciudadanos.
El expresidente también cuestionó la gestión económica y social del Ejecutivo, insistiendo en que ciertas políticas podrían beneficiar a grupos reducidos en lugar de favorecer al conjunto de la población. “No se trata de atacar por atacar, sino de garantizar que las decisiones públicas respondan al interés general”, enfatizó.
Finalmente, González concluyó su intervención con un mensaje de alerta para el partido y para la sociedad. Subrayó que la política española necesita equilibrio, respeto a las instituciones y compromiso con la legalidad, recordando que “el poder sin control no es progreso, sino riesgo para la democracia”.