El Tribunal de Cuentas desmonta la defensa del PSOE con los sobres de Ábalos: su aval no exime de dinero negro ni posible 'caja B'
La presidenta de este organismo, Enriqueta Chicano,. reconoce que el órgano no puede detectar cajas B y que la UCO dispone de más medios para hallar pagos ocultos. Con ello, se desmorona uno de los principales argumentos del PSOE de que sus cuentas “avaladas” por el Tribunal prueban que no hubo financiación ilegal.

Enriqueta Chicano, presidenta del Tribunal de Cuentas, antes de declarar ante la comisión del Senado por el caso Koldo.
Desde que saliera a escena el sobre con el logo del PSOE lleno de billetes en su interior y con el nombre de "Ábalos" escrito a boli, el PSOE ha tratado de blindarse tras el aval del Tribunal de Cuentas a su financiación para negar cualquier irregularidad en el escándalo de los sobres vinculados a José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García.
Sin embargo, la propia presidenta del órgano fiscalizador, Enriqueta Chicano, ha tirado por tierra gran parte de ese argumento. En la Comisión del Senado ha admitido que el Tribunal de Cuentas no tiene capacidad para detectar cajas B y que la UCO dispone de más medios para descubrir pagos no declarados. Por ello ha expresado que la UCO ha podido encontrar "algunos pagos" del PSOE no facilitados.
"Nosotros no detectamos cajas B. No tenemos autoridad para abrir cajas o romper ordenadores", ha reconocido Chicano, dejando claro que su institución solo fiscaliza los documentos que los partidos entregan voluntariamente, sin poder investigar por su cuenta ni intervenir comunicaciones. En sus palabras, “no somos un órgano antifraude”.
"Porque si yo voy a un partido político y les pido que me den su caja B, como nos ha podido pasar en otras ocasiones, los partidos nunca tienen cajas B, por lo menos que las declaren", ha añadido a sus explicaciones la presidenta, que ha ido más allá afirmando que "seguramente" a lo mejor la UCO ha encontrado "algunos pagos" que el fiscalizado no ha facilitado al Tribunal de Cuentas. Es decir, no niega (incluso intuye) que los investigadores de la Guardia Civil puedan haber localizado transferencias o entregas de dinero que nunca pasaron por el control del Tribunal.
Con esta declaración, se desmorona uno de los principales escudos del PSOE. Durante los últimos días dirigentes socialistas habían insistido en que el Tribunal de Cuentas “avalaba” sus finanzas y, por tanto, no podía existir una caja B. Sin embargo, el propio órgano ha dejado claro que ese aval solo certifica que los papeles entregados están en regla, no que reflejen toda la actividad real del partido.

Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Pedro Sánchez en una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE en 2019.
El contraste de este organismo con la UCO es evidente. Mientras el Tribunal de Cuentas trabaja únicamente con la información remitida por el propio PSOE, la UCO puede intervenir teléfonos, rastrear movimientos bancarios y cruzar datos en tiempo real, herramientas imprescindibles para destapar un posible flujo de dinero en metálico. Sí, esas chistorras, soles y lechugas a los que se refieren los miembros de la trama.
De hecho ha afirmado que el último documento revisado por el órgano sobre las cuentas de los partidos data de 2020. Así, las palabras de la presidenta del Tribunal de Cuentas dinamitan la coartada socialista: el aval contable no significa limpieza política. La sombra de los sobres sigue planeando sobre el PSOE, esta vez sin el refugio del propio organismo que esgrimía como prueba de inocencia.