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Peinado prolonga el tormento judicial de Sánchez: seis meses más para el «caso Begoña»

El juez Peinado prorroga seis meses más la investigación contra Begoña Gómez, dejando a Moncloa en el ojo del huracán judicial y mediático mientras los indicios siguen acumulándose sin imputación definitiva.

Pedro Sánchez y Begoña Gómez, en el Festival de Cine de San Sebastián en 2024.

Pedro Sánchez y Begoña Gómez, en el Festival de Cine de San Sebastián en 2024.Europa Press

Luis Sordo
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El juez Juan Carlos Peinado ha decidido dar un respiro (relativo) al procedimiento abierto contra Begoña Gómez, al prorrogar la instrucción por otros seis meses hasta abril de 2026. Una decisión que no solo alarga el calvario judicial, sino que pone de nuevo en el tablero político al presidente Pedro Sánchez como rehén de una causa que, de momento, sigue sin arrojar pruebas concluyentes que lo salven.

Una prórroga que pesa políticamente

El auto del juez subraya que hay “numerosas diligencias pendientes” que no pueden resolverse con el plazo actual. Pero más allá de la justificación técnica, esta prórroga se convierte en un arma política de desgaste. Porque cada día que pasa sin una resolución es un día más de micrófono abierto para la oposición, que aprovechará esta sobrevida judicial para cuestionar la transparencia, la credibilidad del Ejecutivo y, en última instancia, la figura de Sánchez.

La Audiencia da la razón: no hay separación posible

Uno de los pasos más llamativos del auto es que el juez deberá unificar todas las diligencias en “una única pieza”, sin poder segmentar la investigación —especialmente en lo que respecta al delito de malversación— tal como pretendía inicialmente. La Audiencia Provincial de Madrid impuso su criterio: tráfico de influencias y malversación “están intrínsecamente unidos” y no cabe analizarlos por separado.

Esta decisión le resta maniobra procesal a la defensa y refuerza el hilo argumental del juez, que aspira a que todas las piezas encajen en un solo marco acusatorio.

Vientos huracanados para Begoña Gómez

En las últimas semanas han emergido informes y diligencias que complican el panorama de la primera dama investigada:

La Unidad Central Operativa (UCO) entregó al juez 121 correos entre la asesora de Gómez, Cristina Álvarez, y un exvicerrector de la Complutense, donde se aprecian gestiones vinculadas a su cátedra, patrocinios y contratos.  

Claves estratégicas para el PSOE

Para el entorno de Sánchez y de Gómez, esta prórroga será un nuevo ejercicio de contención política:

  • Contención del desgaste mediático: mantener el foco en que no hay acusación firme, que todo es diligencia y que aún no hay imputación definitiva.
  • Neutralización de ofensivas: acotar la confrontación con la Fiscalía, legitimar la petición de correos, evitar que la causa se presente como un montaje persecutorio.
  • Reacción política calibrada: denunciar campañas de acoso, apelar a la presunción de inocencia e intentar invertir el discurso hacia la “politización” de la justicia.
  • El PSOE no puede permitirse errores: si la instrucción avanza sin cálculos, podría verse obligado a reordenar su narrativa o a buscar algún movimiento de distracción política mayor.

¿Qué puede pasar hasta abril de 2026?

El juez puede elevar la causa a juicio si considera que los indicios son suficientes.

La defensa puede presentar recursos, impugnar diligencias o recurrir a instancias superiores —Recordemos que ya hubo pronunciamientos de la Audiencia sobre la malversación.

La fiscalía, que ya ha cuestionado la solicitud de correos, podría actuar de forma más claramente confrontacional.

En el plano político, cada declaración, informe o filtración parcial que surja en este periodo tendrá un costo para Sánchez.

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