Ayuso ya tiene rival: Óscar López, el candidato multiuso que igual se presenta en Madrid que en Castilla y León

Óscar López es la navaja suiza del PSOE. El partido lo usa para todo y ha sido de todo, desde secretario de Organización a secretario general en Castilla y León pasando por diputado, senador y presidente de Paradores. No ha destacado en nada, esa es la verdad. 

Solo hay algo que no ha hecho: trabajar. No se le conoce un solo día cotizado fuera de la política porque su empresa ha sido el PSOE desde que acabó la Universidad. Y ahí, en el PSOE, ha hecho carrera. Lo mismo vale como candidato socialista para Castilla y León que para la Comunidad de Madrid. O eso creen sus jefes de turno, porque en tierras castellanas perdió en 2011 de manera estrepitosa ante Juan Vicente Herrera. El del PP consiguió 21 puntos más que él y 24 escaños más. Una paliza histórica. 

Y ahora Pedro Sánchez le lanza en paracaídas sobre Madrid para que se enfrente nada más y nada menos que a Isabel Díaz Ayuso. Un rival impuesto por Sánchez, alter ego del líder socialista. A priori un regalo para la presidenta madrileña que se desenvuelve mejor que nadie como antagonista precisamente de Sánchez. 

La verdad es que el premio parece más un castigo. Porque Óscar López ha tenido sus más y sus menos con Pedro Sánchez. Eran amigos, pero Óscar López le traicionó en las primarias del PSOE cuando se alineó con Patxi López. El problema es que ganó Pedro y él se quedó fuera de juego. 

Sánchez se lo quitó de encima entonces enviándole, eso sí, a un purgatorio de oro, la presidencia de Paradores, que cotiza a 200.000 euros anuales de sueldo, pero supone un destierro político. La irrelevancia. 

Tras unos añitos ahí, haciendo caja, el líder supremo le quitó el castigo y le hizo su jefe de Gabinete, ya saben, ese que tenía a su vez jefa de Gabinete. Y de ahí a ministro, cargo del que sale para plantar cara a Ayuso en Madrid. No se sabe si es un premio o un castigo, porque meter a un sanchista en la pelea contra la presidenta madrileña es como meter a un bebé en la jaula de los leones. Pensar el destrozo que puede sufrir resulta casi doloroso.