LA MIRILLA
La fiesta surrealista a la que invita Sánchez
La Navidad ha sido un consuelo. El “jefe” ha disfrutado en la nieve. Pero, incluso esa ilusión fría y blanca, llega a su fin. Y la realidad vuelve. Pedro Sánchez enfrenta un 2025 endiablado. Corrupción, fiscal general imputado, jueces, esposa, hermano, debilidad parlamentaria, ministros que se insultan, la calle que no le soporta…
España
Pedro Sánchez y Begoña Gómez vuelven ‘al lugar del delito’: vacaciones de lujo donde Barrabés
Enrique Martínez Olmos
Todos los movimientos tectónicos que agitan al PSOE están ahí. Cierto, Sánchez viendo la que se le viene encima se rodea de una guardia pretoriana dispuesta a todo por él. Los sanchistas más duros pasan a primera fila. Los que han mostrado alguna fisura ideológica, como Juan Lobato, Luis Tudanca o Juan Espadas, se quedan sin postre. No es tiempo para tibios.
La política socialista es un mercado para el adocenamiento y, en ese circunloquio disparado de filias y fobias, despuntan los que más gritan y se pegan tanto al líder que se achicharran. Con todo, estamos en el país en el que lo más importante es discernir si eres de Pablo Motos o de David Broncano y donde hay más antifranquistas que cuando vivía Francisco Franco. Me divierto con la España de fiesta surrealista por la que vamos a movernos estos meses.
A. M. BEAUMONT