Miguel Ángel Rodríguez le da la vuelta a la tortilla: el fiscal general más acorralado

Le ha salido el tiro por la culata al fiscal general con Miguel Ángel Rodríguez. Su defensa le citó en el Supremo como testigo con el claro afán de enredar, de tratar de mezclarle de forma forzada y artificial en la filtración de información privada y confidencial del novio de Ayuso con la fiscalía.

Rodríguez, perro viejo y con el colmillo retorcido, ha llegado con una tranquilidad y dominio de la escena propias de alguien que sabe que va a sacar rédito de su citación. Tras 45 minutos contestando preguntas ha salido con un titular en la cabeza dispuesto y deseoso de lanzarlo ante la prensa: “Independientemente de mi declaración el fiscal general va pa’lante”.

Ese pa’lante se ha convertido ya en algo muy parecido a un eslogan de Ayuso y de Miguel Ángel Rodríguez que hace mucho daño a Sánchez. Pero más allá de frases hechas, Rodríguez ha aprovechado el foco mediático para acorralar aún más al fiscal general, recordando que el investigado es él por hacer presuntamente algo que no es admisible en democracia: desvelar datos privados de ciudadanos y menos aún por intereses políticos y menos todavía para atacar a una rival política.

Parece que las cosas se le están poniendo muy feas al fiscal general que, efectivamente puede ir pa’lante. Ahora la cuestión es quién más puede ir con él porque cuando borró sus mensajes y cambio de móvil, Álvaro García Ortiz probablemente pensaba en proteger a otros con los que pudo hablar o intercambiar mensajes en los días clave de la filtración. Y esos otros pueden estar en La Moncloa o en algún Ministerio. A lo mejor el ministro Bolaños o el propio presidente del Gobierno acaban también pa’lante. Desde luego este miércoles la jugada de citar a Miguel Ángel Rodríguez les ha salido fatal: el tiro por la culata.